El atasco existente en las subestaciones eléctricas de Menorca, que han agotado la capacidad para conceder permisos de acceso a la generación renovable, no solo está frenando la presentación de nuevos proyectos, sino que está haciendo que promotores que incluso contaban con subvención pública aprobada tengan que renunciar a los parques solares que habían diseñado en la Isla. Es el caso de la empresa Iasol Energías Renovables, que ha confirmado a este diario que no va a poder llevar a cabo el parque solar de 3,11 megavatios (MW) que había proyectado en la zona de Maó.
Responsables de la empresa explican que su intención era llevar a cabo ese desarrollo renovable, pero que han desistido por no poder conseguir permiso de acceso en las subestaciones para evacuar la electricidad que preveían generar. Este proyecto es uno de los seis menorquines que se iba a beneficiar de las ayudas de la segunda subasta de renovables específica de Balears (Solbal 2), según figura en la resolución definitiva publicada por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el órgano dependiente del Gobierno que vehicula las ayudas a la generación renovable.
Por lo visto –así lo confirman los propios promotores– el IDAE ha aprobado ayudas públicas a parques solares que no contaban con acceso garantizado en las subestaciones ya que, en el momento de la convocatoria, la concesión de permisos estaba paralizada ante la burbuja que se había desatado en todo el país. Cuando estos promotores con ayuda aprobada, para Iasol Energías Renovables de casi 300.000 euros, fueron a solicitar el punto de acceso se encontraron con que ya no había más espacio en la subestación a la que querían volcar la energía, en el caso que aquí se aborda en la de Dragonera, ubicada junto a la carretera general a la entrada de Maó.
Todo parece indicar –aunque no se ha podido confirmar– que no es el único proyecto con subvención aprobada que no ha podido salir adelante por falta de acceso a las subestaciones, aunque también podría ser que haya desistido por otras razones. El proyecto de la sociedad unipersonal madrileña Ekain Renovables SLU, con la que este diario no ha logrado contactar, no ha iniciado ningún trámite administrativo ante la autoridad competente, según explican desde la Dirección General de Energía del Govern.
Otro parque que no se hará
El proyecto tiene una potencia prevista de 1,83 MW y ya se da por hecho que no se llevará a cabo. No en vano hay que recordar que los proyectos renovables que no cumplen los hitos burocráticos impuestos perderán los puntos de acceso, si lo tuvieran, o la subvención aprobada, en este caso de 284.097 euros.
En ese sentido hay que aludir a dos normativas que hacen inviable que salga adelante este proyecto de desarrollo renovable. La primera, en el caso que efectivamente tuviera permiso de acceso, es el Real Decreto 23/2020, que obliga a obtener el visto bueno de la autoridad ambiental en poco más de tres meses. La segunda es la propia resolución de las ayudas de Solbal 2, que las anula si el parque no está construidoa mediados de 2023.