Sufrió un ictus que paralizó parte de su cuerpo hace unos años, limita, por tanto, su movilidad y le impide expresarse con una mínima coherencia porque apenas puede pronunciar tres o cuatro palabras, siempre las mismas.
Desde hace unos días B.B.S., de 51 años de edad, está viviendo en un banco de la Plaça Esplanada de Maó donde pasa las horas y subsiste gracias a los alimentos que le entregan vecinos de la zona, bocadillos que le hacen llegar de forma regular. Quizás la posible separación de la que era su compañera, o la imposibilidad de continuar en la vivienda en la que había estado antes, son los motivos que le han convertido en un sintecho, el caso es que ha ido a parar al banco de la plaza y ahí reside.
El Ayuntamiento de Maó está al corriente de esta situación. Desde el área de Servicios Sociales aseguran que el hombre se ha negado a recibir ayuda y que, según su información, dispone de ingresos y tiene o tenía una pareja.
Son los mismos vecinos o habituales de la Esplanada que le echan una mano de ayuda los que piden que se conozca el estado en el que se encuentra para que pueda recibir algún tipo de auxilio que dignifique su situación. «Alguien tiene que hacer algo, no puede moverse apenas ni tampoco hablar porque no se le entiende», indica uno de ellos a este diario, mientras el sintecho balbucea un par de palabras sin sentido.
B.B.S. nació en barcelona hace 51 años pero, al parecer, se trasladó muy pronto a Menorca donde ha vivido desde entonces. Hace un tiempo sufrió la parálisis parcial y acudió a rehabilitación, «yo coincidía con él y no estaba tan mal como ahora», señala una de las vecinas que se preocupa por su estado.
«Lleva aquí varios días, en la calle, sin lugar donde asearse ni comer», indican dos personas más que dicen conocerle de vista. «Le tenemos que ayudar a vestirse porque está impedido, y además ahora ya está empezando a llover y a hacer frío, no es justo que esté así. Quiere expresarse pero no puede».
Otro joven que sigue la conversación añade que «hace una semana en este mismo banco le robaron el poco dinero que tenía cuando estaba medio dormido porque no puede defenderse».
«No quiere nada»
Desde el área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Maó han explicado que un técnico de los servicios sociales le ha visitado en la Esplanada esta semana, «pero en estos momentos dice que no quiere nada». Se trata de un perfil de usuario «al que no podemos obligar a actuar contra su voluntad si rechaza las intervenciones que le proponemos».
Hace unos meses Servicios Sociales ya le prestó atención mediante uno de sus programas «pero abandonó el proceso que se seguía con él y no ha querido aceptar los otros que le hemos propuesto».