Noviembre está siendo un mes horribilis para la comunicación aérea Menorca-Palma. Este lunes se cancelaron dos vuelos (una frecuencia) por causas meteorológicas. Pero el domingo se cancelaron otros dos y durante la semana pasada hubo hasta ocho que fueron cancelados por problemas técnicos del avión, según la causa oficial ofrecida por Air Nostrum. El overbooking es diario en los dos primeros vuelos de la mañana y en lo que va de mes sale prácticamente a una cancelación diaria.
Las quejas de los usuarios se han acrecentado. Entre los que vuelan, por los inconvenientes que supone no viajar en el horario contratado y esperar que te recoloquen en el siguiente. Entre los que se quedan en tierra, por ser víctimas del overbooking, que les llega por sorpresa con el billete en la mano.
Sin embargo, son más lo que no vuelan porque no encuentran billete a primera hora de la mañana, que es el horario más demandado. Pacientes del IB-salut con cita en Palma constituyen el caso más recurrente, o pierden la cita o el tratamiento concertado o han de volar la noche anterior y pernoctar en Palma con el incremento de gasto que comporta y además han de asumirlo personalmente. Pero no son los únicos.
Más pequeño y más sostenible
Una de las razones del colapso de los vuelos de las siete de la mañana, el de mayor demanda, es el cambio de avión por parte de la aerolínea. Ha desaparecido el CRJ 1000 de cien plazas y la ruta es cubierta ahora por un ATR de 72 asientos. La oferta se ha reducido así en 28 plazas porque, según confirman fuentes de Air Nostrum, es un avión más sostenible.
Otras fuentes apuntan a presiones del Govern para utilizar este avión por el aludido motivo, pero Air Nostrum no lo confirma. Tampoco lo desmiente. Lo cierto es que la reducción de esas 30 plazas a las siete de la mañana está repercutiendo negativamente en una oferta que no cubre la necesidad de los usuarios menorquines.
94 % de puntualidad
La compañía alega que la oferta es elevada con seis o siete frecuencias diarias, aunque es en las puntas de la jornada cuando se produce el colapso. Destaca además la puntualidad de los vuelos interislas, que alcanza el 94 por ciento.
La falta de plazas está obligando no solo a pagar hoteles a pasajeros afectados por el overbooking, que ha dejado de ser una situación extraordinaria, sino a buscar soluciones como la adoptada para dos equipos mallorquines de 17 y 21 componentes respectivamte que el domingo por la tarde no pudieron regresar a causa de la cancelación.
Un equipo pudo ser realojado en el siguiente vuelo pero el otro, sin plaza ni para el domingo ni para este lunes, hubo de viajar en barco a mediodía de ayer. En este caso, Air Nostrum asume el coste de la pernoctación y el transporte hasta Ciutadella, pero los pasajeros han de comprar el billete de barco y reclamar luego el reintegro del vuelo no realizado. Solo si la cancelación se produce por causas que la compañía pudo haber evitado son indemnizados, según explicaba uno de los afectados.
De momento hay poco que esperar de otras compañías. Air Europa dejará de volar en la ruta en marzo y Uep Airlines, que se quedará con sus slots, trata de mejorar su operativa y cubrir el horario de más demanda. Ahora no hay slots disponibles en esa franja, según confirma la empresa.
Mientras los problemas reales de los isleños no se resuelven el gover se entretiene con el tema dde la bandera española en un colegio