El Consell insular defiende la respuesta que se ha dado a los refugiados de la guerra en Ucrania que, desde el inicio de la invasión rusa a finales de febrero, han formalizado su protección temporal en Menorca. La consellera de Bienestar Social, Bàrbara Torrent, recuerda que se ha seguido un «proceso extraordinario» para regularizar la situación de todas las personas que escaparon del conflicto y aterrizaron en la Isla, en respuesta a las últimas informaciones en las que los propios afectados declaraban las dificultades con las que se han encontrado para solicitar información y ayudas.
Ante una situación de emergencia, como la derivada de la guerra en Ucrania, insiste, la Administración ha desarrollado un plan de acogida diferente al que se suele seguir con otros refugiados para poder atender a este nuevo colectivo. «Desde el primer momento tienen permiso de residencia, de trabajo, acceso a atención médica, derecho a la escolarización de los menores...», asegura Bàrbara Torrent. Sin embargo, no todos los refugiados han sabido adaptarse a su nueva vida y «algunos han necesitado un mayor apoyo de Cruz Roja y Servicios Sociales», reconoce.
Aunque el pico máximo de personas ucranianas que han estado refugiadas en Menorca ha sido de 140, en estos momentos hay, según indica la consellera de Bienestar Social, menos de 100. Una decena continúa bajo el amparo del Consell en una vivienda de Ciutadella, otras ocho están atendidas por Cruz Roja en un piso de Maó y el resto vive con familias de acogida o de manera autónoma.
Por mi parte y por todo lo vivido desde que empezó la guerra, todo mi agradecimiento a Josep de Cruz Roja y nada que decir de la correcta ayuda de las demás administraciones en Menorca. Eso si, las ayudas económicas no son lo que parecen ni lo que algunos políticos dicen, todas las familias que nos han ayudado a acoger refugiados agradecen la ayuda recibida y todas insisten en que su única prioridad ha sido ayudar. Otra cosa es la actuación en la ultimas semanas de las personas responsables a nivel balear o nacional que han empujado a una familia con niños en edad escolar que se estaban integrando en nuestra sociedad a tener que vivir en una habitación con 30 personas, sin calefacción ni ayuda suficiente en Zamora. Sinceramente para estar refugiado en estas condiciones, vale más vivir en tu país incluso estando en guerra contra un enfermo mental.