Un rebaño de unas 20 cabras asilvestradas que recorría las calles de la urbanización de S'Algar motivó, a principios de 2016, numerosas quejas de los vecinos al entrar, estos animales, en los jardines privados para alimentarse.
Desde el Ayuntamiento de Sant Lluís, que dirgía Montse Morlà, solicitaron una autorización al Govern balear para capturar con vida a estos animales y darlos en adopción. Finalmente, el Consistorio contrató a cuatro miembros de una asociación de cazadores de Mallorca para que apresaran a los ungulados. Ninguno resultó herido en la captura ni en el traslado, según afirmaron.
Fueron conducidos a una parcela municipal cercada situada en el Polígono Industrial del municipio y, tras hacer el Ayuntamiento un llamamiento para encontrar a personas que estuvieran interesadas en adoptar a las cabras asilvestradas, se entregaron a varios payeses y propietarios de fincas.