Persiste el exceso de salinidad en la depuradora de Es Mercadal desde hace tres años lo que limita, prácticamente a la mitad, el uso de las aguas depuradas por parte de la comunidad de regantes, formada por nueve fincas unidas por el torrente de Tramuntana.
La filtración se localizó en el Passeig Maritim de Fornells por inclusión marina, y la Conselleria de Agricultura espera que una vez finalicen las obras del puerto el problema quede resuelto porque la zona que provocaba las filtraciones ya está sellada. Las soluciones técnicas no han sido suficientes para recobrar la normalidad, «aunque era una cuestión de Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento», explica el director general, Fernando Fernández.
Hasta ahora el aprovechamiento es pobre puesto que se consumen al año 100.000 metros cúbicos de la bolsa de riego. Con una capacidad para 60.000 metros cúbicos «no logramos llenarla nunca por la salinidad, lo que nos impide tener agua de forma constante», señala Fernández. Cuando los análisis no superan el límite se abre el paso de la depuradora para que el agua llegue a la bolsa y sea usada por los regantes.
En los años en los que la calidad del agua era tolerable para el riego de plantas forrajeras, el volumen anual utilizado llegaba a los 200.000 metros cúbicos, prácticamente toda la disponible entre julio y agosto.
La balsa de agua junto a la depuradora de Rafal Amagat, en Ciutadella, sí tiene una utilidad completa. Almacena 200.000 metros cúbicos y las 26 fincas que forman la comunidad de regantes de la zona consumen 450.000 metros cúbicos anuales. «Y si fuera mayor su capacidad y tuviéramos más agua, también se consumiría porque supone un gran ahorro para los gastos de producción de estas explotaciones agrícolas para forraje», señala el director general de Agricultura.