La visita de los Reyes a Menorca se vivió este jueves con tranquilidad a pie de calle, sin incidente alguno. Unidas Podemos fue la única fuerza política que se mostró crítica a través de un comunicado en el que decía que «los Reyes no pueden venir a Menorca a pasearse y dar la espalda a un pueblo que no ha podido decidir si este es el modelo que quiere».
En palabras de su candidata al Consell, Nati Benejam, los inmuebles heredados por la Casa Real con un valor que supera les tres millones de euros deben pasar a las instituciones públicas. «Aunque entendemos que se trata de las últimas voluntades de una persona, reclamamos a la Corona sensibilidad y responsabilidad para ceder estos bienes a Ciutadella», manifestó.
El partido morado también criticó el «dispendio económico que supone el desplazamiento de la comitiva que acompaña a Felipe VI y Letizia, un dinero que solo sirve para lavar la imagen y promover falsamente la relevancia de la Corona como un país donde los escándalos de todo tipo han golpeado últimamente a la institución».
Sin pronunciamiento de Més
Las críticas de Unidas Podemos contrastan con el silencio mantenido desde las filas de Més per Menorca, partido que en otras ocasiones no ha dudado en mostrarse crítico con la monarquía española. Ni la cuenta oficial de Twitter de la formación, ni la del vicepresidente del Consell, Miquel Àngel Maria, o el diputado Josep Castells, por citar unos ejemplos, han hecho mención al respecto.
La alcaldesa de Ciutadella, Joana Gomila, del PSM - Més per Menorca, ejercía como anfitriona de la visita de los reyes Felipe y Letizia a la Farmacia Llabrés y en el acto inaugural que tuvo lugar en el teatro municipal de Es Born.
Más allá de la colocación de alguna bandera republicana en un balcón, y a diferencia de lo que sucedió en la visita de los monarcas a la Isla en el año 2020, esta vez solo se dejaron oír en la calle los partidarios de la corona.