Las explotaciones ganaderas han pasado de dedicar en los últimos cinco años una media del 19 por ciento de su producción láctea a la venta directa -procesando la leche en forma de cuajada, queso artesano o queso destinado a la maduración-, a un 23 por ciento en 2022, aunque el dato es provisional, ya que falta contabilizar las entregas de leche fresca de diciembre y hasta el 20 de enero de este año no se presentan las declaraciones de venta directa.
Esta es la cifra que maneja la Conselleria de Agricultura, corroborada por el Ministerio de Hacienda, y que ayer facilitó el director general de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural del Govern, Fernando Fernández, tras el acto de la firma del segundo Plan Provilac (Plan de Apoyo para la Viabilidad, Modernización, Promoción y Comercialización del Sector Lácteo de Menorca), en la finca Torretrencadeta de Ciutadella.
Allí se escenificó la cooperación entre el Govern, el Consell y los ganaderos con la rúbrica de un acuerdo dotado con 1,8 millones de euros y que prevé doce acciones para este 2023, además de su continuidad hasta 2027; con él se persigue «sacar adelante un sector que estaba en grave peligro», afirmó la consellera de Agricultura, Pesca y Alimentación, Mae de la Concha, y que en los últimos tres años ha sufrido «absolutamente de todo, problemas de suministro, la pandemia de covid, la crisis de los combustibles y la guerra de Ucrania», aseguró.
Los ganaderos recibirán ayudas para cubrir los costes de producción extraordinarios del sector lácteo en Menorca, y están fijadas en 0,046 euros por litro de leche entregada (unos 5 céntimos). La Conselleria aportará 0,026 euros y el Consell 0,020. La previsión es que esta línea de ayudas se convoque en febrero.
El cálculo de los litros de leche se corresponderá con los datos de producción y entrega de las explotaciones ganaderas de 2022, que a falta de incorporar diciembre han sido alrededor de 45.000 toneladas, según avanzó la Conselleria. En cuanto a la producción de leche, se estima que ha descendido en torno a un 10 por ciento, en línea con la media nacional.
Más rentabilidad
Para el director general Fernando Fernández el aumento de la venta directa indica que «vamos en la buena dirección» ya que el sector lácteo de Menorca, a diferencia del de las regiones del norte de España, está orientado al queso, «todos tienen que ser conscientes de eso», añade. En esta producción dirigida a la venta directa se incluye la cuajada que es materia prima fundamentalmente para Quesería Menorquina, el queso que se vende a los maduradores y el queso artesano vendido en los propios llocs. Este último apartado es el que subió de manera especial en 2022. «Lo que nos dicen los ganaderos es que este verano optaron por hacer queso en las explotaciones y venderlo debido a la demanda del turismo y obtener así una mayor rentabilidad», explicó ayer el director general de Agricultura y Ganadería.
Sobre la negociación de una subida de precios del queso que las fincas venden a los maduradores, Fernando Fernández fue prudente y afirmó que «todo el mundo es consciente de que lo que planteo es una realidad, no es algo que el sector no sepa, pero hay que seguir con las reuniones, continuar con ese diálogo discreto antes de anunciar nada». Recordó que el precio de la leche se ha logrado subir en casi 20 céntimos, ya que está en prácticamente 0,50 y hace año y medio se pagana a 0,31, «estamos en ese camino», dijo.
Los retos que quedan por conseguir, según Fernández, son «ensanchar el mercado del queso Mahón-Menorca y de los productos lácteos, hecho que supondrá que la viabilidad del sector y de las explotaciones perdure, y en esto tenemos que trabajar todos». El acuerdo para el Provilac II fue firmado por siete entidades ligadas al campo menorquín.