Dos meses y medio después de que llegara a Sant Tomàs, la patera varada en la playa ha sido finalmente retirada. Ello ha sido gracias a una iniciativa de Caritas Menorca, que decidió pasar a la acción tras ver que transcurría el tiempo sin que la embarcación, que llegó a la Isla sin tripulantes, seguía depositada en la costa.
Según explica el delegado diocesano de Caritas, Guillem Ferrer, recurrieron a Costas para solicitar el permiso para actuar y lo consiguieron sin problema alguno. Ello permitió que la barca, que llegó al litoral en perfectas condiciones y que se ha ido deteriorando notablemente con el paso del tiempo y el efecto de los temporales, se retirara el pasado viernes. Una tarea de la que en principio se tendría que haber ocupado el servicio mancomunado del Plan de Limpieza Integral del litoral menorquín.
Lo que aún está por ver es qué destino le espera a los restos de la embarcación, pendiente de que Caritas lo somete a debate en el seno de la entidad. Una de las opciones que se barajan es que pueda ser restaurada en el taller de carpintería que tiene Mestral. Por otra parte, Ferrer avanza que una buena opción podría ser también la de utilizarla para realizar algún tipo de campaña de sensibilización en torno a las migraciones.