Al Plan Territorial Insular (PTI) definitivo, una vez lleguen los informes de la Comisión Balear de Medio Ambiente (CBMA) y Costas, y estos sean favorables, aún le queda recorrido. Según explicó ayer la directora insular de Ordenación Territorial, Verónica Llufriu, deberán incorporarse las correcciones o indicaciones que se señalen en los informes y una vez que el documento esté corregido, se informará desde el departamento de Territorio y la Secretaría del Consell insular. El siguiente trámite es presentarlo a la comisión técnica asesora en urbanismo, en la que participan representantes de los ayuntamientos, para que lo validen. A partir de ahí el plan pasará a la comisión informativa de Economía y Territorio y de ahí, a su debate y aprobación definitiva en el pleno del Consell.
Esa es la hoja de ruta pero no hay fechas concretas, a estas alturas parece osado plantearlas. «Lo tenemos todo preparado pero no depende del Consell, es algo externo», explica Llufriu. Además del informe de la CBMA falta también el de Costas. «Estamos trabajando directamente con ambas administraciones», señala, por lo que técnicos de la institución menorquina están en disposición de aclarar cuestiones a los de Medio Ambiente y Costas en su trabajo sobre un documento extenso como el PTI.
Proyectos adaptados
Llufriu asegura que los proyectos en trámite hasta finales de 2020, cuando se aprobó inicialmente el Plan Territorial, se informaron y resolvieron con la normativa previa. Sobre los posibles proyectos denegados señala que «no recuerdo proyectos que entraran sin ser revisados antes para adaptarlos a la aprobación inicial, ya en previsión se adaptaban a un plan que se sabía que se iba a aprobar». Sí se han dejado «en pausa» proyectos que han entrado en el Consell insular después de que el Govern aprobara por ley la moratoria de plazas, establecimientos turísticos en suelo rústico que no han podido llevarse adelante debido a la norma autonómica, informa la directora insular.