El deslinde de los más de diez kilómetros de litoral de Es Castell, desde el Fonduco hasta los límites con Sant Lluís, afecta a zonas tan conocidas del borde marítimo del pueblo como Repós del Rei, el Moll de l'Hospital, Cala Corb, Cales Fonts, Cala Pedrera y Cala Sant Esteve. La relación de afectados por la delimitación suma más de 300, entre ciudadanos particulares, sociedades y administraciones, de los cuales once presentaron alegaciones, entre ellos, la propiedad del edificio del antiguo restaurante Rocamar. El trámite de audiencia se inició el pasado 20 de enero, en el que todavía pueden exponer escritos y documentación en defensa de sus pretensiones.
La longitud de la línea propuesta en el deslinde es de 10.132,40 metros y el número estimado de vértices es de 427. En la memoria justificativa se señala que a la entrada en vigor de la Ley de Costas en julio de 1988, el municipio estaba totalmente deslindado por diferentes órdenes ministeriales de 1959, 1968 y 1970. Con la Ley de Costas se aprobó un deslinde por una Orden Ministerial en enero de 2010, pero posteriormente, en 2015, se admitieron dos recursos administrativos contra dicha Orden.
Fue en ese momento cuando el deslinde del dominio público marítimo terrestre quedó suspendido, a raíz de una sentencia de la Audiencia Nacional de 2012 que falló que el procedimiento había caducado. Es a dicha sentencia judicial a la que se refiere Joana Escandell y que obligó a incoar un nuevo expediente de deslinde en el municipio.