Autoridad Portuaria prevé reanudar las obras de la pasarela que debe unir Cala Corb y el Moll d'en Pons, en Es Castell, durante el presente ejercicio, presumiblemente después de la temporada estival.
Habrán transcurrido entonces cuatro años desde que quedaron interrumpidas en otoño de 2019 tras la denuncia del GOB al haber detectado un cambio en la técnica constructiva pasando de una pasarela de madera volada a otra de hormigón. Esta modificación del tipo de muelle, cuya construcción se inició sin comprobar previamente la existencia de especies sensibles en esta zona, afectaba a una veintena de ejemplares de coral, Cladocora caespitosa, en el fondo marino debido a su contacto con el hormigón vertido. Según el GOB, el estudio geotécnico del proyecto garantizaba que el acantilado de Cala Corb podría sostener una pasarela volada en una infraestructura de 415 metros de largo y 2,5 de ancho.
La solución decidida fue la de translocar, es decir, cambiar de ubicación, la veintena de los ejemplares de coral que se iban a ver afectados por la pasarela de hormigón, a otro lugar del puerto que asegure su subsistencia. Y ahí fue donde embarrancó el proyecto que habrá permanecido varado durante cuatro años.
Autoridad Portuaria detuvo la obra y el trámite administrativo para recibir el informe favorable de la Dirección General de Biodiversidad del Ministerio de Media Ambiente se ha demorado hasta hace escasas fechas. Desde Ports explican que ha sido necesario preparar diversos trabajos subacuáticos para recoger toda la zona afectada al mismo tiempo que se recababa la información necesaria de las diversas direcciones generales del Ministerio aplicando sus directrices hasta redactar los trabajos efectivos de la translocación, «y todos estos trámites llevan su tiempo», justifica Vicent Fullana, responsable de la delegación de Autoridad Portuaria de Balears en Menorca.
Una vez en posesión del informe final pertinente, Ports redacta en la actualidad el proyecto para el transplante de la veintena de corales, previo paso a su licitación que espera este lista entre los meses de marzo y abril. Las obras se reanudarían entonces sin que el proyecto inicial sufra cambios sustanciales.
En la nueva pasarela de Cala Corb se previeron algo más de un centenar de amarres que se sumarán a los 50 habilitados en la zona de Ses Figuerasses.