Lucas Casasnovas, director general de Seat Mó, que participó como ponente en la mesa redonda sobre movilidad, afirmó que «los alemanes, daneses, suecos y noruegos ya van con coches eléctricos o híbridos y cuando llegan aquí, a la Reserva de Biosfera, se encuentran con coches antiguos que contaminan y que generan una cierta decepción».
Apeló, en este sentido, a la necesidad de poner el foco en la «electrificación» del parque móvil y en la «micromovilidad», en la que incluye patinetes, bicis, motos eléctricas y microcoches. Para reducir la saturación y la contaminación reconoció que apuesta por estas dos líneas de actuación, frente a los artículos de la Ley Reserva de Biosfera que permiten limitar la entrada de coches en Menorca.
«La solución no pasa por prohibir», aseguró Casasnovas, que defendió que «nos gustaría que se subvencionara la transición hacia la micromovilidad eléctrica para que los turistas tuvieran alternativas al coche». Esta posibilidad, argumentó, «haría que no se saturaran tanto los accesos a las playas y los centros urbanos, porque donde cabe un coche caben seis motos eléctricas».
El señor Lucas Casasnovas lo único que pretende es hacer negocio y punto. Váyase a Barcelona a hacer negocio. Aquí ya estamos servidos. Igualmente debemos saber que los coches eléctricos todavía no se han implantado y ya tienen fecha de caducidad. Mírense en las web de venta de coches de segunda mano cuantos coches eléctricos hay y a que precio se venden. Los regalan. Nadie quiere un coche eléctrico de segunda mano. El coche eléctrico es el timo del siglo.