Es Jonquet, la asociación de usuarios de amarres de gestión directa por parte de Autoridad Portuaria en Maó, reclama la vigilancia de los episodios de contaminación que afectan a las embarcaciones. Los amarristas de la Colàrsega ya vincularon el año pasado estos episodios de contaminación con las operaciones de limpieza que se llevan a cabo en la central de Endesa. Las partículas, criticaron entonces, acaban en sus embarcaciones, contribuyendo a su deterioro, con manchas de color negro y amarillento que afectan tanto a las tapicerías como a la fibra de vidrio de los cascos. Desde Autoridad Portuaria aseguraron entonces que sus informes confirmaban que esas partículas no procedían de la actividad portuaria y que se iba a informar a la central eléctrica y al organismo competente en cambio climático.
La entidad, que nació después de una serie de «incidencias de inseguridad e incivismo» ocurridas en el verano del 2021, cuenta ya con 44 asociados que, entre otras cosas, exigen una mejora de servicios en la zona de amarres y la creación de un aseo público. La asociación Es Jonquet destaca que, desde su creación, ha logrado la instalación de una puerta de seguridad para evitar actos de vandalismo en el pantalán, una rampa para facilitar el acceso, un mantenimiento adecuado de la máquina suministradora de agua y una interlocución más ágil con la administración.
Hay que recordar que el principal motivo de lucha de la entidad ha sido negociar con la APB el mantenimiento de los amarres de gestión directa «frente a un intento de privatización inminente con un aumento muy considerable de las tarifas».