La herencia de José María de Olivar Despujol, que falleció sin haber contraído matrimonio y sin tener descendencia reconocida, se ha estimado en unos 40 millones de euros entre propiedades y capital en efectivo o en productos financieros, aunque no existe ninguna confirmación oficial al respecto.
La tasación se solicitaría a cargo de la demandante en el caso de que prosperara primero la demanda de paternidad. A esta le seguiría la de reclamación del legado que le pudiera corresponder como heredera forzosa del que entonces sería su padre, al contemplarlo así la ley española.
Entre el patrimonio de José María de Olivar hay al menos dos palacios, varias casas y pisos, terrenos rústicos con edificaciones, obras y objetos de arte, acciones en sociedades, dinero en metálico y numerosas joyas. Un fondo europeo ha llegado a ofrecer alrededor de 1,5 millones de euros para comprar las expectativas de los derechos hereditarios de la mujer demandante, aunque esta rechazó la propuesta.