La torre de control remota del Aeropuerto de Menorca no entrará en funcionamiento este año debido a que la plantilla todavía debe completar su formación a lo largo de 2023. En la actualidad se lleva a cabo la formación para cubrir puestos de trabajo en la torre de control convencional, se trata de dos personas en comisión de servicio que la finalizarán en el mes de mayo, según informó este viernes el gabinete de comunicación de Spica (Sindicato Profesional Independiente de Controladores Aéreos), y durante el año se irán incorporando otros siete profesionales más. La formación para la torre de control convencional y la remota se desarrollan en paralelo.
La habilitación de los controladores es necesaria para obtener la autorización de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) que permitirá el funcionamiento de la torre remota, tal y como manifestó este organismo en respuesta a una pregunta formulada por el senador menorquín Cristóbal Marqués, quien se interesó por conocer en qué fase se halla la instalación hace unos meses. No ha habido cambios.
Desde la empresa aeroportuaria AENA comunican que «el proceso de implantación es un proceso complejo en el que se va avanzando», exactamente el mismo mensaje que ofreció en diciembre del año pasado, cuando se hicieron públicas las críticas de los controladores aéreos por las graves deficiencias en la nueva torre virtual. La queja trascendió durante la celebración del XIV Congreso del sindicato Spica y fue la propia jefa de instrucción de la torre de control, María José Quintana, quien expuso que el proceso estaba «estancado» porque «no se cumplen las especificidades requeridas».
AENA afirma que ya se dispone en el aeropuerto de una nueva dependencia de control dotada de sistemas de navegación aérea y visualización mediante cámaras «encontrándonos actualmente en fase de pruebas de los sistemas». Una vez finalice dicha fase, añade en una nota de prensa, «se procederá a la formación del personal en la nueva dependencia hasta el inicio de servicio. Al no haber finalizado todavía el proceso de pruebas y formación de los controladores, AESA no ha emitido ningún informe al respecto».
No se trata de un problema de formación sino de las características del sistema que en su momento compró Aena. Las cámaras y la situación que se eligió para ellas no ofrecen a los controladores las prestaciones necesarias para un aeropuerto como el de Menorca.