Mucho se ha hablado de la recién aprobada Ley de Bienestar Animal, que ahora llega al Senado para su tramitación como urgente, con el 9 de marzo como fecha límite. Hasta ahora la controversia se ha circunscrito sobre todo a los perros de caza y trabajo y, en el caso de Menorca, a cómo afectarán las restricciones a sus fiestas con caballos, pero hay otro sector preocupado por la nueva norma: las tiendas de animales. Temen que a ellas se les impongan restricciones y en consecuencia suba la venta ilegal.
Hace años que en la Isla los comercios de mascotas no exhiben cachorros de perros y gatos en sus escaparates, se han ido adaptando a las nuevas sensibilidades y ya no se venden, pero es que ahora la ley tampoco les permitirá ejercer como intermediarios entre el cliente y el criador autorizado. Los comercios consultados por «Es Diari» desconocen cómo afectará el desarrollo de la ley a la venta de otros animales, como pájaros (periquitos, canarios, agapornis son los más habituales) y pequeños roedores (hámsters y conejos), un comercio que sí se mantiene, junto con el de peces, en la mayoría de las tiendas de animales, que complementan el negocio con los productos de alimentación, cuidado de las mascotas y complementos.
«Estamos criminalizados por los animalistas», declara el propietario de uno de estos establecimientos que prefiere no dar su nombre, «yo vendo sobre factura peces y algunos roedores, no sé qué van a dejar vender y qué no a partir de ahora, los distribuidores tampoco lo saben, me parece bien que controlen pero a nivel particular todo el mundo hace lo que quiere», se lamenta.
De momento este negocio sí hace de intermediario «con criadores de mi confianza» para encargar perros y venderlos, a cambio de una comisión, «todo legal y con factura, de momento se puede», pero cuando entre en vigor la ley quedará prohibido.
El artículo 63, sobre la venta de animales de compañía, establece que «la venta de perros, gatos y hurones solo podrá realizarse directamente desde la persona criadora registrada, sin la intervención de intermediarios».
«Hace mucho que no vendemos perros o gatos, ahora ya no tenemos ni periquitos ni canarios, solo peces y acuarios, y nos dedicamos sobre todo a la comida y los complementos», explican en Can Miquel, una de las tiendas veteranas del sector en Maó, «hemos ido retirando mucho el tema de los animales, requiere mucho mantenimiento y cuidados y se vende poco», explica. En el caso de Can Rotger, negocio familiar que tiene tiendas en Maó, Sant Lluís yEs Castell, «por política de empresa ya no teníamos perros y gatos, tampoco tenemos peces, vendemos todavía canarios, algún periquito y pequeños roedores», señala Isma, el propietario. «Por lo que he hablado con proveedores no nos afecta pero aún nadie lo sabe bien, nos iremos adaptando, las cosas evolucionan y si es por el bien de los animales estoy a favor, pero cuidado luego con la venta ilegal», advierte, «que las cosas se regulen bien».
Hay negocios que no son específicamente de animales sino de servicios para ellos, como son las peluquerías. Nura Pet Shop, en Ciutadella, es una de ellas, que además tiene alimentación y complementos. «Ni vendo animales ni nunca ha sido mi intención», afirma Marian, responsable del establecimiento, «creo que la ley no nos afectará, los que quieran tener mascotas las van a tener igual, aunque esté regulado, y los que ya tienen perros, gatos u otro animal en casa, seguirán viniendo a la tienda», concluye optimista.
El apunte
Sara, de ‘Bichos’: «Hay demanda de hámsters y conejos, espero que no los excluyan»
No hay grandes establecimientos con camadas de cachorros a la espera de comprador en Menorca, al estilo de los que sí hay en Mallorca, por ejemplo. Las tiendas de mascotas de la Isla son pequeñas, algunos comerciantes manifiestan estar de acuerdo con la ley en cuanto al control de perros y gatos, pero no cuando se trata de hámsters, conejos y pájaros. «No está claro qué va a pasar, primero excluyeron los peces, pero espero que no pase igual con conejos y hámsters, hay mucha demanda de estas mascotas y personas que las cuidan muy bien, tienen sus snacks, su comida, sus casitas, hay proveedores que solo se dedican a estos complementos y les supondría perder un porcentaje alto de las ventas», explica Sara, de la tienda Bichos de Ciutadella.