Las distintas subidas de los tipos de interés decretadas por el Banco Central Europeo (BCE) para intentar frenar la inflación, están pasando factura a los hipotecados con un préstamo variable, ya que ha supuesto una incesante y rápida subida del euríbor, que es índice de referencia que utilizan las entidades financieras europeas.
Si hace un año el euríbor estaba en negativo ahora supera el 3,5 por ciento. Ello se traduce en que los que tengan que hacer la revisión anual de su hipoteca variable tengan que abonar una media de 300 euros más en su cuota, siempre en función del importe de la hipoteca, del diferencial contratado y de los años que le queden por pagar.
Tomamos como ejemplo que un menorquín contratara en febrero de 2022 una hipoteca variable a 30 años (cogiendo de referencia el importe medio de 155.000 euros), con un diferencial del 1 por ciento más euríbor. Durante este año le hubiera salido una cuota de 477 euros, ya que el euríbor en febrero de 2022 estaba en -0,335 por ciento. Ahora le tocaría revisión, con un euríbor que ha acabado febrero con una media mensual del 3,534 por ciento, a lo que hay que añadir el diferencial del 1 por ciento. Con todo, teniendo en cuenta que ha ejecutado en el último año una amortización de unos 5.000 euros (por el pago de 12 mensualidades), la nueva cuota aumentará hasta los 774 euros.
Una subida que irá a más, ya que ya se han anunciado nuevos aumentos de tipos, con lo que el euríbor puede escalar en los próximos meses hasta el 4 por ciento.
Eso en el caso de las hipotecas variables, para las de tipo fijo (las que no varían) también están afectadas, porque los bancos han subido los tipos de interés. Ahora están de media por sobre del 3 por ciento. El año pasado se situó en el 2,7 por ciento, lo que supone que tomando el ejemplo anterior, le hubiera salido una cuota fija de 673 euros.