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El calzado de Menorca se une por el reciclaje: desde la fabricación hasta dónde tirarlos

Pons Quintana y Mascaró se integran en una entidad para la gestión de residuos de zapatos

Imagen de una fábrica de calzado de Menorca. | Josep Bagur Gomila

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Los fabricantes menorquines de calzado Pons Quintana de Alaior y Mascaró de Ferreries forman parte de Gerescal, una nueva sociedad sin ánimo de lucro dedicada a la gestión de residuos del calzado. Los objetivos de Gerescal -sociedad compuesta en Elche en 2022 por nueve empresas líderes del sector del calzado español y que acaba de celebrar este marzo su primer consejo de administración- son, por un lado, aumentar el uso de material reciclado en la fabricación de calzado y, por otro, participar en el reciclaje de zapatos desechados para adaptarse así a la nueva legislación europea del sector, al mismo tiempo que cuidar también del medio ambiente.

La primera Scrap del calzado

En abril de 2025, y según informa Santiago Pons Quintana de la firma Pons Quintana, será obligatorio para toda empresa vendedora de zapatos en España estar asociada a una Scrap o Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor así como pagar una tasa por recoger y reciclar los residuos del sector, como ya es habitual para los fabricantes de productos envasados, que pagan a Ecoembes por el reciclaje de envases. Las empresas de calzado se empiezan a organizar para la recogida, selección, triturado, destrucción y reciclaje de materiales componentes de zapatos usados.

Gerescal es la primera Scrap del calzado española y, tal como explica Pons Quintana, su intención es expandirse, contar con más asociados en España y que sea la única. Actualmente los productores españoles de zapatos ya pagan tasa de residuos en Alemania y los fabricantes extranjeros tendrán que pagar la tasa en España. Gerescal está presidida por Rosana Perán del Grupo Pikolinos y cuenta con Germán Navarro de Gioseppo como vicepresidente junto a Antonio Ramón Porta (Unisa), Rubén Carbonell (Wonders), Pascual Ros (Mustang), Jorge Juan Zahonero y Daniel Zahonero (Zahonero), Santos Martín Caro (Pablosky) y los menorquines Santiago Pons Quintana (Pons Quintana) y Julio Ramón De Olives (Mascaró).

Un par de zapatos a los 3 años acaba en el vertedero

Según fuentes de la sociedad Gerescal, en España se consumen cada año unos 200 millones de pares de zapatos, con una rotación de vida media de tres años, En cuanto a la producción, el total del país supera los 100 millones de pares al año con un valor medio de 30 euros por cada par de zapatos. Después de su uso, cada año se generan unas 200.000 toneladas de residuos de calzado, de las cuales el 95 por ciento acaba en el vertedero.

El apunte

Los objetivos

  1. Aumentar el uso de materias primas recicladas. Fabricantes menorquines de calzado ya utilizan materiales reciclados como suelas de goma con restos de cáscaras de café, y su utilización podría superar el 50 por ciento del producto.
  2. Desechar los zapatos en contenedores. Siguiendo la legislación europea, en pocos años será habitual ver un contenedor específico para recoger los zapatos viejos como residuo reciclable. En el proceso se separará la suela del resto del zapato, se clasificarán también las suelas por materiales, naturales, plásticos u otros y tras triturarlos y procesarlos se convertirán en material reciclado para utilizar de nuevo.
  3. Incorporación del ecodiseño en el sector. Mayor utilización de materias primas recicladas, responsabilidad en la gestión de los residuos y también mayor conciencia medioambiental con todos los materiales y piezas de un zapato: utilización de pieles ecológicas, curticiones vegetales sin productos químicos (aunque consumen mucha agua), componentes con productos no cancerígenos -exentos de cromo VI- y otros avances.
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