Fagme, la Federación Agrícola y Ganadera de Menorca, lamenta que Coinga haya reducido el precio que paga a los ganaderos por cada litro de leche que les compra. El colectivo agrario apunta a una bajada de 2 céntimos, pasando de 0,50 a 0,48 euros.
Desde la asociación ganadera, su presidenta, Catalina Pons, lamentaba ayer el cambio de rumbo que ha tomado la Cooperativa Industrial Ganadera (Coinga). «En lugar de seguir subiendo, ahora nos bajan el precio», algo que se produce sin haber llegado nunca a cubrir costes. Y es que, recuerda, producir un litro de leche cuesta «más de 65 céntimos y estamos muy lejos aún, cuanto más para que nos lo bajen ahora».
Marca el camino
Catalina Pons reconoce que Coinga ha liderado, hasta ahora, las subidas de precios el último año y medio en el sector. «Es cierto que es quien más subió, hasta los 50 céntimos, y que otras industrias, como La Payesa, Dalrit o Sa Canova, pagan 48». Por eso, que la fábrica situada en Alaior decida dar un giro a los precios se entiende como algo «muy malo», aún más cuando el precio de la leche ha experimentado un notable incremento en los supermercados, hasta 1 euro o más. «En el súper, la leche es 40 céntimos más cara, pero para nosotros apenas nos supuso una subida de 20, el distribuidor y vendedor final siempre quiere cobrar más», se queja Pons.
En este sentido, los ganaderos apelan a la ley de cadena alimentaria, que prohíbe a cada eslabón de la cadena de producción pagar a la inferior un precio menor al coste de elaboración del producto en cuestión. Un asunto que, a pesar de los incrementos que se han producido en Menorca recientemente, nunca se ha llegado a solucionar, ya que la industria sigue remunerando a los agricultores muy por debajo de lo que debería, según las estimaciones del sector.
Desde Fagme, los ganaderos recuerdan que «el precio de coste está disparado, todo lo que necesitamos comprar ha subido», algo que dificulta la continuidad de los llocs. Cabe recordar que en 2021 el litro de leche se pagaba a 31 o 32 céntimos, cantidad que aumentó hasta los 48 o 50, pero lejos de los 65 que reclama el sector.