Dos veces ha quedado desierto el concurso de refuerzo del firme de la carretera de Binibèquer y una el convocado para la de Binissafúller, ambas en la costa de Sant Lluís. Ninguna empresa constructora se ha interesado por ejecutar estas obras, de cuya necesidad habla el estado que presenta el pavimento en ambos casos.
La primera subasta de las obras para ejecutar el proyecto constructivo de mejora del firme en la carretera de Binibèquer fue resuelta el 24 de enero. Tenía un presupuesto de casi 372.000 euros y preveía un plazo de ejecución de dos meses, suficiente para tener la obra lista en verano. Falló a la primera. La segunda, con un presupuesto mejorado en 50.000 euros y resuelta dos meses después, todavía con tiempo de llegar al verano con la obra realizada, el resultado fue el mismo, ninguna empresa se presentó al concurso.
El concurso de la carretera de Binissafúller, con un firme muy deteriorado y con vecinos y usuarios que hace años que reclama el arreglo del pavimento, la situación es parecida. La subasta ha sido resuelta el pasado lunes con el mismo resultado que las de Binibèquer. Nadie se ha interesado por esta obra, presupuestada en poco más de 300.000 euros.
Es otra de las que tendrá que esperar al próximo invierno y mejorar el presupuesto, si esa es la causa de la indiferencia que las obras de las carreteras está causando entre los constructores.
27 concursos desiertos en Menorca
Fuentes de la Asociación de Constructores de Balears confirman que, en efecto, esa es la causa principal, al margen de la elevada demanda que está registrando el sector de la construcción en lo que va de año y en todo el pasado. La patronal considera que la Administración no ha actualizado los precios, que han aumentado con más rapidez.
Como muestra de ello, la lista de obras de promoción pública que han quedado desiertas al menos en la primera licitación desde hace un año. Tiene constancia al menos de 27 y afectan sobre todo a los ayuntamientos de Ciutadella y de Es Mercadal, y en menor medida a los de Maó, Sant Lluís y Ferreries y al Consell, el Ivabi, Aena y otros organismos públicos.