El camino de Binimoti está abierto al paso de la gente desde hace menos de una semana. La asociación Amics del Camí d'en Kane abrió el acceso, después de que la Audiencia Provincial resolviera en enero de forma definitiva que el tramo era público. Uno de los valores de este tramo es el puente de Binimoti, que no hace muchos años todavía conservaba su estructura y que ahora se encuentra hundido. Las peticiones que se hicieron llegar al Consell para que se actuara y evitar así la pérdida de un elemento patrimonial y etnológico importante no han sido respondidas, pese a las declaraciones sobre la voluntad política de intervenir. El hecho de que el terreno era privado hasta hace pocos meses era el principal motivo para demorar la actuación. Sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo, ya que el acceso por el lecho del torrente habría permitido llegar hasta el puente y poder llevar a cabo una actuación provisional de urgencia para evitar el hundimiento.
Se puede deteriorar más
El geólogo Xisco Roig ha advertido esta semana que el paso de un número considerable de personas o de caballos puede perjudicar todavía más el lamentable estado de la construcción. El camino pasa por el torrente y el tránsito puede afectar a las bases del puente. Eso hace que siga siendo necesaria una intervención lo antes posible para determinar cómo se pueden preservar los restos y acometer la reconstrucción de este bien etnológico.
El otro puente que se ha de preservar es el de Sa Bova. El Ayuntamiento de Ferreries dispone de las fichas técnicas de los dos puentes desde marzo de 2020. El Consell presupuestó 40.000 euros para llevar a cabo las actuaciones, que generaron cierta polémica por el tipo de materiales que se preveía utilizar en la reconstrucción y restauración.
La asociación Amics del Camí d'en Kane de Ferreries es la que más ha reivindicado la necesidad de intervenir para conservar los dos puentes. Ahora que está abierto el camino de Binimoti no hay motivos para añadir demoras al tiempo transcurrido.