La duna de la pequeña playa de Macarelleta está de nuevo protegida por una cuerda y una ligera valla, que evitan que los bañistas la invadan fácilmente. Hace dos semanas las protecciones se encontraban en muy mal estado -eran prácticamente inexistentes- y decenas de usuarios se instalaban a diario con sus toallas y otras pertenencias en la duna protegida, a pesar de los cárteles informativos que lo prohiben.
Los sistemas dunares de la Isla constituyen un ecosistema de gran diversidad y singularidad de las especies que los habitan. Además, la duna y toda la cala de Macarelleta está integrada en el Área natural de especial interés (ANEI) de la costa sur de Ciutadella, y por todo ello se requiere no pisarla y mucho menos extender las toallas.
Macarelleta, a pesar de sus reducidas dimensiones y su poca accesibilidad, o precisamente por eso, recibe en verano la visita de centenares de personas cada día cuando sólo dispone de unos 900 metros cuadrados.