El hotel Catalonia Mirador des Port, en Maó, ha reabierto sus dependencias una vez finalizada la reforma de sus instalaciones y la ampliación del hotel.
Las actuaciones, además de mejorar y ampliar las instalaciones, han incorporado una óptica sostenible que le ha valido el reconocimiento en los premios Re Think Hotel por su destacada contribución al cambio de paradigma en el sector hotelero aportando soluciones sostenibles.
El hotel, tras su reforma, que se ha prolongado varios meses, suma una estrella a su categoría y pasa a tener cuatro. El hotel, cuyas vistas son al puerto de Maó, dispone de un total de 119 habitaciones, restaurante, un jardín con piscina, spa, gimnasio, parking subterráneo con carga para vehículos eléctricos.
La ambiciosa reforma, con una inversión cercana a los 12 millones de euros, «ha optimizado la sostenibilidad del edificio, renovando las habitaciones ya existentes y reformando las instalaciones, bar, restaurante y recepción», asegura la empresa Catalonia en un comunicado.
Con la reforma se ha construido un nuevo edificio que ha incorporado 54 nuevas habitaciones, 4 de ellas adaptadas para personas con movilidad reducida, tres suites (una con piscina privada). El hotel cuenta además con un Food Truck con cócteles, refrescos y snacks en la piscina y una nueva zona de juegos infantiles. El nuevo restaurante del hotel ha elevado la oferta gastronómica con una carta de platos tradicionales menorquines, apostando por proveedores locales y productos frescos de kilómetro cero.
Hotel sostenible
El objetivo de la reforma era «hacer un hotel más respetuoso con su entorno, siguiendo la apuesta de la cadena por la sostenibilidad». Así se han sustituido el sistema tradicional de calderas por uno de aerotermia con bombas de calor para el agua caliente sanitaria y la calefacción, a la vez que se ha incorporado la iluminación led. Para reducir el impacto térmico y mejorar la eficiencia, se han instalado ventanas con el máximo aislamiento térmico y filtro solar. Asimismo, el hotel cuenta con una planta de energía fotovoltaica de 18,6kW y además incorpora cuatro cargadores semirápidos de vehículos eléctricos y parking de bicicletas, fomentando la movilidad sostenible. Para reducir el consumo de agua, el jardín dispone de una amplia zona ajardinada con plantas autóctonas y césped de bajo consumo con riego automático por goteo nutrido por un depósito de aguas pluviales que reutiliza el agua sobrante. También se reutilizan en las cisternas de WC las aguas «grises» de duchas y lavamanos tras su tratamiento.