Cala Teulera, una pequeña cala en el interior del puerto de Maó que se encuentra a las puertas de la Fortaleza de la Mola, está en el punto de mira de la Autoridad Portuaria de Balears. Situada a unas tres millas de Sa Colàrsega, las embarcaciones acceden a ella navegando por el Canal de Sant Jordi (oeste) o por el canal que separa la Illa del Llatzeret(este) y acostumbran a llenarla rápidamente porque resulta una gran opción en la que echar el ancla en el caso de que haya viento y porque, además, hacerlo no tiene coste económico debido a que es una zona de fondeo gratis.
Aun así, recuerdan desde la Delegación de Maó, solo se permiten 48 horas de fondeo gratis. Con el fin de controlar el cumplimiento de esta norma, el servicio de control de tráfico portuario adjudicado a la corporación de prácticos acata la orden de pasar cada día por Cala Teulera y tomar nota de las embarcaciones fondeadas en la zona para garantizar que cumplen el máximo de 48 horas con el ancla echada.
Si la lancha de vigilancia detecta alguna anomalía, inmediatamente da aviso a la policía y levanta acta del caso. Este tipo de controles se hacen siempre y se intensifican con la llegada del estío, ya que Cala Teulera se ha popularizado en el mundo náutico al ser un lugar resguardado del viento que ofrece abrigo a muchas embarcaciones y que incluso aparece en Internet como «un refugio gratis para tu barco en Maó».
El apunte
La vigilancia crea controversia entre los que pagan la tasa en el puerto
La vigilancia que efectúa el servicio de control de tráfico portuario en Maó ha creado controversia entre algunos usuarios que pagan la tasa de las embarcaciones deportivas y de recreo (T-5) en el puerto de Maó, que reivindican el derecho a poder fondear en Cala Teulera al encontrarse dentro de las aguas de la zona de servicio del puerto de Maó.
Aseguran que el patrón de la lancha de vigilancia «fotografía o filma las embarcaciones, así como a sus tripulaciones». En otras ocasiones han subrayado que en Cala Teulera fondean las embarcaciones con amarres en el puerto de Maó que, por diferentes motivos, optan por echar el ancla en esta zona en la temporada alta a modo de escape o refugio.