La artista natural de Es Castell Olivia Delcán Román destacó la disciplina deportiva a la que fue sometida durante su adolescencia, la cual le ha servido «mucho» en su posterior carrera profesional. «La constancia, la virtud de la repetición, la depuración de una técnica... ganar está muy bien, pero no lo es todo», señalaba la también dramaturga.
Después de una etapa llena de dudas, acabó encontrando su vocación en la interpretación, por lo que se acabó formando en Nueva York desde «el goce, la creatividad y la imaginación».
Así fue que encontró «nuevas maneras de liderar y trabajar en equipo». «Cada persona tenemos una manera de relacionarnos diferente. Hablar más alto no implica tener más razón y cambiar de opinión es una virtud que no todo el mundo posee», aseguraba en su intervención.
Para acabar, dejaba claro que no hay «otro lugar» que la «defina más» que «Menorca», una isla en la cual «la cultura que se consume en temporada debería dialogar con la cultura local».
Lo de "la cultura que se consume en temporada" es interesante, por lo pajarero que suena. La cultura es un negocio para quien la promueve (galeria de arte), un sufrimiento para quien la vive (llegar a fin de mes) y un alivio para quien la disfruta (inversionista o pasatiempo)