Aún perdura el susto y la sorpresa entre los vecinos de la Plaça Miranda de Maó, tras el accidente que protagonizó este jueves a primera hora de la tarde un conductor que perdió el control de su coche y acabó estampándose contra el comedor de una casa.
«Menos mal que a esa hora no había mucha gente», coinciden los vecinos de la zona. El suceso ocurrió en torno a las 14.30 horas, momento en el que los negocios y establecimientos ubicados en esta céntrica plaza de Maó permanecían cerrados. Entre otros, hay varios bares con terrazas, un hotel, una inmobiliaria y una ferretería que no se vieron afectados por el incidente.
Allí está, además, el parking del Mercat del Claustre, que genera mucho tránsito en la calle y la zona peatonal por los residentes del barrio que tienen una plaza asignada y los clientes que aparcan a solo unos pasos del supermercado y los diferentes comercios que hay. «El accidente podría haber sido mucho peor», insisten.
Mucho movimiento hay, también, por las obras de rehabilitación que se están llevando a cabo en la vivienda contigua a la casa afectada. Sobre un andamio de diferentes niveles que cubre la fachada de arriba a abajo trabajan a diario un grupo de obreros que, más allá del sobresalto por la cercanía del accidente, no sufrieron daños mayores.
Explican los vecinos que la parte de la casa contra la que impactó el coche solía estar ocupada por un matrimonio que descansaba y observaba el movimiento en la Plaça Miranda desde el ventanal. Afortunadamente, en el momento del choque, no había nadie. Al parecer, y según los vecinos, la pareja vendió la vivienda hace unos meses y desde entonces está deshabitada.
Un fallo mecánico
Según las últimas informaciones, un fallo mecánico habría sido la causa por la que el coche empezó a descender sin control por la calle de la Concepció, perpendicular a la plaza. Durante el recorrido, solo un transeúnte que pasaba por el lugar resultó herido sin gravedad.
El conductor, un hombre de unos 55 años, intentó esquivar los vehículos que había estacionados en la zona, entre ellos los de la Policía Nacional, hasta que impactó contra la casa. Dio negativo en el test de alcoholemia.
Confirman desde el Ayuntamiento de Maó que hasta la casa perjudicada se desplazó el arquitecto municipal para comprobar el estado del inmueble. Los bomberos apuntalaron la fachada y taparon el agujero con unos paneles de madera.