En pocos metros de distancia coexisten a diario un grupo de unas quince personas con un comportamiento incívico, los niños que juegan en la plaza, y los jubilados y miembros de la Fundación de Discapacitados de Menorca que practican la petanca en el mismo lugar. «Es bochornosa esta convivencia», relata una vecino de la plaza Esplanada, de Maó, recurrente escenario céntrico de la ciudad habituado al conflicto cada cierto tiempo, bien por este tipo de situaciones o por peleas violentas.
Los vecinos han vuelto a reiterar sus quejas estos días por la degradación del lugar provocada por una parte de quienes más lo frecuentan, unas quince personas españolas y de otras nacionalidades, todas mayores de edad. Es común que alguno de ellos muestre evidentes signos de embriaguez a plena luz del dia, tirado sobre el suelo o el césped, que discutan y se griten entre ellos, que orinen en la misma plaza o que consuman marihuana sin ningún pudor pese la proximidad de menores de edad, y dejen restos de sus consumiciones esparcidos por el lugar.
En ocasiones van provistos de una nevera donde mantienen frías las cervezas que van bebiendo a lo largo del día en cualquier circunstancia. Son las denuncias en voz alta expresadas por algunas de las personas que viven en la plaza o han de pasar por ella varias veces durante la jornada y están cansadas de toparse con esta incómoda situación. «Yo ya prefiero dar un rodeo con mis hijos para que no vean este espectáculo», indica uno de ellos después de observar hace un par de días como uno de ellos vomitaba en la plaza sobre las 7 de la mañana. «Lo bueno es que paso al mediodía y regreso a la noche, y siempre están ahí».
Otra residente de la Esplanada lamenta el desagradable olor que desprende la acumulación de orines impregnados sobre el pavimento en la parte superior del parking. «Es que están ahí 15 horas al día ahora en verano», señala, sin que nadie pueda hacer nada para evitarlo. No es una falta permanecer en la vía pública aunque las ordenanzas municipales sí prohiben expresamente dañar, afear, ensuciar o deslucir los espacios y el mobiliario de uso público. También está reflejada la prohibición de consumir alcohol en la calle, salvo en los espacios y días en que se autorice a ello, como son las fiestas patronales.
La Policía Local y la Nacional pasan con cierta frecuencia por el lugar desde que arreciaran las quejas hace año y medio, pero el incivismo permanece.
El apunte
La Policía Local ha puesto 10 multas desde junio por tomar drogas y orinar en la plaza
Las quejas vecinales por la degradación que provocan los comportamientos incívicos de algunos de los moradores habituales de la plaza se extienden a la Policía Local, al considerar que no actúa con la suficiente determinación para acabar con esta situación.
Desde el Consistorio explican que la vigilancia en la Esplanada se hace a diario aunque no sea permanente, como no lo es en ningún otro punto de la ciudad. Señalan fuentes municipales que desde el pasado mes de julio los agentes han extendido un total de diez sanciones a otras tantas personas por su comportamiento. Han sido siete por consumir drogas en la calle y las otras tres han sido por orinar en la vía pública. La Policía Local suscribe que su presencia periódica se complementa con la de los agentes de la Policía Nacional.