El pasado sábado, horas después del terremoto, los bomberos de Menorca se pusieron a disposición de la Dirección General de Emergencias para partir hacia Marruecos, pero de momento no se ha autorizado su salida. El jefe de los bomberos de la Isla, Joan Rosselló, señalaba este martes que siguen estando listos para enviar de manera inmediata a un equipo de dos o tres bomberos si es necesario, aunque ahora su cometido ya no sería el rescate de personas, sino contribuir a la reconstrucción de los servicios básicos del país. «Lo más aconsejable ahora mismo es poner en marcha un operativo postemergencia para restablecer los servicios básicos y brindar apoyo a las poblaciones más afectadas», refiere Rosselló.
Pocas esperanzas
El jefe de los bomberos menorquines también explica que a diferencia del terremoto de Turquía y Siria del pasado mes de febrero, muchas de las construcciones de la zona afectada en Marruecos son de arenisca y adobe, y tienen menos resistencia que los edificios con forjado reticular. «Muchas construcciones han colapsado y las posibilidades de sobrevivir son difíciles, como han confirmado las unidades que están sobre el terreno, y por ello no hay una gran movilización de equipos de rescate», añade Rosselló.
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