La decisión del equipo de gobierno del Consell de no ceder la representación menorquina en el Consejo de APB al Ayuntamiento de Maó, y que sea el presidente Vilafranca quien asuma esta responsabilidad, ha sido bien recibida en el otro municipio de la rada mahonesa. Desde Es Castell, el popular Lluís Camps considera que esta decisión es «sensata y coherente», y está convencido de que será beneficiosa para su municipio.
«Desde Es Castell vemos positivo que el Consell recupere el liderazgo y vuelva a ejercer como ayuntamiento de ayuntamientos», asegura Camps. Además, el alcalde considera que «por esta regla de tres, Es Castell también tendría que tener la opción de alternar la representación en el Consejo de la APB con el Ayuntamiento de Maó».
Camps también se muestra convencido de que el cambio servirá para «dar salida a todos los proyectos relacionados con el puerto que han quedado enrocados durante todos estos años, como cala Figuerassa, la rehabilitación de la fachada marítima o el acceso del mirador del carrer Victori al Moll d'en Pons».