Ahora sí. Después de sucesivos retrasos, la recogida domiciliaria y comercial de basura con el sistema ‘puerta a puerta' se pone en marcha en menos de un mes con el objetivo de que se implante definitivamente en todas las zonas de los términos municipales de Maó y Es Castell en el plazo de un año, poniendo fin al viejo sistema de contenedores en la vía pública. Esta revolución en la recogida de residuos será progresiva y los vecinos de los núcleos urbanos mahoneses de Llucmaçanes, Sant Climent, Binixíquer, Es Canutells y Binidalí serán los pioneros. A partir del 13 de noviembre tendrán que depositar su basura separada frente a sus casas atendiendo a un calendario semanal.
Pronto (antes de Navidad) le llegará el turno a las urbanizaciones de Es Castell y en la primera quincena del mes de febrero del año que viene el sistema se acercará al casco urbano de Maó con su implantación en Camí d'en Barrotes, el puerto, Malbúger y Poima. A partir de ahí aproximadamente cada dos meses, que se utilizarán para formar a los vecinos de cada zona, se irá poniendo en marcha en los distintos barrios de la ciudad de Llevant. Los últimos en sumarse, en la primera quincena de noviembre, serán los de Dalt Sant Joan, Plaça Eivissa, Ses Vinyes y Avinguda Menorca, donde se prevén más dificultades por la preponderancia de bloques de pisos.
El nuevo sistema ha sido presentado este martes por el presidente del Consorci de Residus i Energia, Simón Gornés, y los alcaldes de Maó y Es Castell, Héctor Pons y Lluís Camps. El objetivo es dar un salto cuantitativo y cualitativo en la recogida separada, que en los últimos años se ha movido en torno al 21 por ciento, hasta elevarla a un 70 por ciento y cumplir así con las directivas europeas.
Los horarios
En el caso de los núcleos urbanos donde el ‘puerta a puerta' arrancará en menos de un mes, los vecinos tendrán que sacar los envases de plástico los lunes y jueves de 20.30 horas a 22.30 horas; la materia orgánica, los martes, viernes y domingos; la fracción resto, los miércoles; y el papel y cartón los sábados, siempre a la misma hora, con la excepción del vidrio, que se deberá sacar a la calle los sábados entre las 6 horas y las 8 horas de la mañana.
Se han programado sesiones informativas con los vecinos, que recibirán dos cubos, uno para depositar la materia orgánica dentro de sus casas y otro que servirá para sacar cada fracción de residuos el día de la semana que toca. Los cubos estarán marcados con número y un chip de identificación.
Sacar la basura el día que no corresponde implicará que no se recoja y que se reciba un aviso por parte de la empresa de recogida. El incumplimiento reiterado puede implicar sanciones que van de los 750 euros a los 3.000 en los casos más graves.