Las principales organizaciones del sector lechero de Menorca piden al Govern que dé continuidad al Plan de Apoyo para la Viabilidad, Modernización, Promoción y Comercialización del Sector Lácteo de Menorca (Provilac), un programa de ayudas que durante los dos últimos años ha servido para hacer frente a la crisis que ha afectado al sector, causada primero por la pandemia de la covid y después por la subida de costes provocada por la guerra de Ucrania.
Así se lo trasladaron los representantes del sector al conseller de Agricultura, Pesca y Medio Natural, Joan Simonet, durante la reunión de más de dos horas que mantuvieron este miércoles, y en la cual les manifestó su intención de no alargar un plan que ha sido fundamental para lograr un incremento en el precio que los ganaderos cobran por litro de leche. Durante el encuentro, Simonet señaló que aunque la prolongación del Provilac no está totalmente descartada, ahora mismo no está entre los planes de la Conselleria, puesto que se trabaja en medidas de carácter estructural.
Un plan necesario
Ante esta situación, desde el sector destacan la importancia de las ayudas del Provilac en estos dos últimos años y recuerdan que los problemas que motivaron la puesta en marcha del plan todavía no se han resuelto. «Consideramos un error muy grave que el Provilac se pare aquí, porque en dos años se han conseguido muchas cosas, pero no basta, porque la situación era muy grave y sigue siendo muy complicada», señala Luis Nadal, presidente de Agrame. Nadal está de acuerdo con la idea de la Conselleria de buscar medidas de carácter estructural, pero asegura que no se puede descuidar el día a día de las explotaciones. «Es mejor pasar de las ayudas puntuales a las estructurales, pero el cambio es demasiado rápido, porque necesitamos más tiempo para recuperarnos, y las medidas estructurales pueden tardar meses o incluso años en ponerse en marcha».
Desde Agrame también recuerdan que los precios relacionados con el transporte siguen siendo muy elevados para los productores de Menorca, y las ayudas de minimis, que llegan desde Europa, tienen un límite muy bajo. Asimismo, lamentan que este año la climatología no ha acompañado, y la sequía ha hecho bajar la producción de forraje en la Isla, con lo que se ha tenido que comprar en la Península, con el consiguiente encarecimiento. Por todo ello, piden a la Conselleria que dé continuidad a un plan que se puso en marcha en 2022 y que debía tener una duración de cinco años.
Desde Fagme, Catalina Pons también valora de manera muy positiva los resultados del Provilac y recuerda que los precios de venta todavía están por debajo de los costes. En este sentido, remarca que el plan ha sido fundamental para la continuidad de las explotaciones, que gracias a las ayudas han podido hacer frente a la diferencia entre los precios de venta y los costes de producción. «Somos conscientes de que no podemos estar siempre recibiendo ayudas, pero los costes siguen siendo muy altos y todavía estamos en una mala situación. Es demasiado pronto para parar el Provilac», subraya.
Lo mismo piensa José Ramón de Olives, secretario de la Asociación Frisona Balear, que destaca que, además de la compensación económica por litro de leche, el plan también incluía aspectos como la promoción. «Los dos provilacs se han firmado a final de año y ahora esperábamos la formación de la mesa láctea para prorrogarlo. Para nosotros ha sido como una patada, porque contábamos con estas ayudas», enfatiza.
El apunte
Ayudas directas, promoción y búsqueda de nuevos mercados
El 20 de diciembre de 2021 se firmó el acuerdo para poner en marcha la primera edición del Plan Provilac por parte del sector lácteo de Menorca, la Conselleria de Agricultura y el Consell Insular de Menorca. El plan incluía ayudas directas a las explotaciones agrarias a modo de plan de choque. Además, entre otras medidas, se desarrolló un plan de búsqueda de nuevos mercados y canales de comercialización para el queso Mahón-Menorca.