En agosto de 2020 la costa norte de Menorca se vio afectada por un grave episodio de contaminación por microplásticos, en especial la playa de Cavalleria, y ahora la industria química catalana causante de esta polución está siendo objeto de investigación por el gobierno de esa comunidad autónoma. En plena crisis del vertido de pellets en Galicia, que avanza por las costas del Cantábrico, el problema ambiental denunciado por organizaciones ecologistas desde hace años en Tarragona ha llevado a la Generalitat a abrir un expediente contra ocho empresas químicas, que podría ampliarse en los próximos días. Según informa Efe, el departamento de Acción Climática de la Generalitat abrió a finales de 2023 el expediente, cuya novedad es que se ampliará a nuevas compañías, según las pesquisas que se están llevando a cabo.
La industria química catalana, radicada en Tarragona, es responsable del 70 por ciento de la producción de plástico en España, según datos del propio sector, lo que provoca desde hace años la llegada de pellets y microplásticos a las playas y ríos de dicha provincia pero que también, como se comprobó en Menorca, daña todo el Mar Mediterráneo, ya que estos restos son arrastrados por las corrientes. En el expediente abierto por el gobierno catalán se investigan «presuntos daños ambientales a los recursos naturales y a los servicios de recursos naturales que causan por su actividad en la red hidrográfica de la cuenca del río Francolí» y, especialmente, en las playas de la Pineda, la de Prats de Vila-seca, e incluso en la playa de Cavalleria en Menorca.
Voluntarios de los colectivos Good Karma Projects y Per la Mar Viva trabajaron en la extracción y recogida de pellets, las bolitas de polímeros, de la arena de Cavallería en el verano de 2020, como parte del proyecto MedPellets. El servicio insular de limpieza de playas trabajó a destajo pero se vio desbordado por la invasión de plásticos.