A finales de enero de 2014, el Ateneu de Maó acogió unas jornadas sobre el problema del agua en Menorca. Seis ponencias de expertos sirvieron para diagnosticar los riesgos y plantear las prioridades para garantizar el suministro a las próximas generaciones. Años después, ese contenido se transformó en libro, gracias a una iniciativa del Cercle d'Economia de Menorca, que no se presentó a causa de la pandemia. Este martes (19.30 h), el mismo tema vuelve al Ateneu. Cuando se cumplen diez años de las jornadas, se presenta un libro cuyo contenido sigue siendo útil y el diagnóstico, válido, porque poco se ha avanzado desde entonces en la mejora de la gestión del agua. El 3 de febrero se presenta en el Cercle Artístic de Ciutadella (19 h).
El ingeniero José Antonio Fayas es el referente en Menorca en cualquier cuestión sobre el agua. Por eso, el libro incluye 17 de sus artículos publicados en «Es Diari», además de las notas del Cercle d'Economia sobre el tema.
¿Por qué hay que estar preocupados por la situación del agua potable en Menorca?
—Porque los acuíferos están al límite de su explotación sostenible, que ya se ha sobrepasado en algún caso.
De las recomendaciones que surgieron hace diez años en la Jornada celebrada en el Ateneu de Maó y del libro que las dio a conocer, ¿se ha actuado para mejorar la situación?
—No se ha hecho prácticamente nada...
Usted ha sido especialmente crítico con el Plan Hidrológico de Baleares. ¿Por qué?
—Porque no valora de forma adecuada la situación de los acuíferos menorquines y porque no prevé ninguna actuación en nuestra isla acorde con las recomendaciones derivadas de la Jornada que ahora recordamos con la presentación del libro «La Gestión del Agua en Menorca» editado por el Cercle d'Economia.
Pese a la escasez, una gran cantidad de agua depurada sigue vertiéndose al mar. ¿Cómo debería mejorarse esta cuestión? ¿Qué coste podría representar reaprovechar el agua que se depura?
—El agua depurada debería, en vez de ser tirada al mar, pasar por un proceso de regeneración y una posterior reutilización, bien sea sustituyendo usos de agua subterránea, bien sea para realizar una recarga planificada de acuíferos. El coste de reaprovechamiento dependerá del grado de regeneración requerido para cada posible uso.
¿Hay que aplicar restricciones al consumo de agua, por ejemplo en el llenado de piscinas o en el riego de zonas verdes?
—Esta sería una decisión política. Desde el punto de vista hidráulico y económico, la respuesta puede concretarse en la aplicación de tarifas fuertemente progresivas.
¿El agua potable sale demasiado barata?
—Es barata porque, en las correspondientes tarifas, no se incluye todo lo que debería incluirse. Por ejemplo: la renovación de tuberías en las redes de distribución para que las fugas de agua en ellas sea, a lo sumo, del 15%.
Parte de los pozos que suministran a la zona de Llevant superan los 50 miligramos de nitratos y, por tanto, esta agua no es potable, un problema que no es nuevo. ¿Cómo lo valora? ¿Hay que seguir apostando por plantas desnitrificadoras como las instaladas en Maó y Es Castell?
—Desde el punto de vista medioambiental no deberían instalarse plantas desnitrificadoras. Son una buena solución para los ciudadanos, que con ellas reciben agua potable, pero son una mala actuación para el acuífero, debido al incremento de extracciones que conllevan. Sería preferible disponer de agua del mar desalada y dejar de extraer aguas subterráneas contaminadas.
Entonces, ¿es usted partidario de instalar una segunda desaladora en Menorca, en la zona de Llevant?
—He apuntado esta posibilidad en alguno de mis artículos recientemente publicados en «Es Diari». En todo caso, con dos condiciones: que cuando entrara en servicio se suspendieran extracciones de agua subterránea, en pozos municipales, con un caudal total igual al producido por la desaladora y que esta quedara fuera de servicio, o se mantuviera como instalación de garantía para situaciones de sequía, cuando se alcanzase la plena circularidad en la utilización del agua (usar - regenerar – reutilizar) si se optara por este planteamiento.
¿Qué responsabilidad tiene el campo en el consumo de agua y en la contaminación de los acuíferos?
—La misma que los núcleos urbanos y la edificación difusa.
¿Qué pasaría en Menorca con el agua en el caso de un periodo prolongado de sequía severa?
—En una de las ponencias presentadas en la Jornada del año 2014, incluida en el libro «La Gestión del Agua en Menorca», que ahora se presenta, su autora, Sonia Estradé, pone en evidencia que una secuencia de años secos como la ocurrida entre 1990 y 1997 provocaría un descenso medio de los niveles del agua subterránea, en el Acuífero de Migjorn, del orden de 3 m. En consecuencia, aumentarían la intrusión marina y la salinización del agua subterránea.
El apunte
El experto que más sabe del agua
José A. Fayas (Maó, 1938) es el experto de referencia en materia de gestión del agua potable, depuración y aprovechamiento. Se graduó en 1963 como Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos y en 1970 obtuvo el doctorado. Tiene las diplomaturas de Hidrología General y Aplicada e Hidrología Subterránea. En 1967 ingresó en el cuerpo de ingenieros del Ministerio de Obras Públicas y en 1982 fue nombrado jefe provincial de O.P. de Balears. Con el traspaso de competencias, ocupó la jefatura del Servicio Hidráulico y del Ibagua. Ha sido decano del Colegio de Ingenieros y presidente del Ateneu.