Serhii y Oksana han trabajado «muy duro» mientras su hijo Dima «superaba con éxito» el curso escolar. Ahora mismo ocupa sus pensamientos renovar los documentos para permanecer legalmente en España. Además, «siempre pensamos en Ucrania, en nuestros familiares y seres queridos».
Al igual que el año pasado, quieren destinar parte de sus ganancias al plan para desminar los campos de cultivos de Ucrania. «Es una manera de apoyar la vida pacífica en nuestra patria», defienden.