Desde 2022 Isabel Grasa ofrece experiencias turísticas lingüísticas a visitantes germanoparlanetes. Se trata de un programa de actividades para conocer la Isla durante una semana en la que los turistas alemanes aprenden nociones de español y al mismo tiempo realizan interesantes visitas a lugares de interés de Menorca, en colaboración con profesionales y empresas locales que les muestran el proceso de elaboración de sus productos. Trabaja con grupos reducidos, de cinco personas, y para este año ya tiene tres fechas programadas. Reside en Alemania desde hace 24 años, es profesora autónoma de español, colabora con el Instituto Cervantes de Frankfurt, conoce la Isla por vía familiar y desde hace siete años pasa temporadas en su casa de la Isla.
Por lo tanto, tiene una perspectiva sobre el terreno de las razones que impiden el despegue del turismo alemán en la Isla, así como de su potencial. Explica que en Alemania «mucha gente no sabe que Menorca existe y, si lo saben, la ven como la hermana pequeña de Mallorca, pero no conocen mucho de ella». De hecho, la confusión verbal entre las dos es constante, relata.
Este desconocimiento contrasta con la satisfacción que genera la visita entre los participantes en sus experiencias, «quedan prendados, hay gente que repite por segunda y tercera vez». Las personas con las que trabaja están interesadas en la cultura local, el deporte y dejan importantes desembolsos en el comercio autóctono. A diferencia de Mallorca, los alemanes agradecen que no se les hable en alemán directamente, lo que facilita su inmersión.
En su opinión, el problema principal del turismo alemán en Menorca es «la oferta de vuelos directos». La ausencia de estos enlaces o de su disponibilidad a precios asequibles son a menudo motivos por los que germanos no contratan su experiencia, «mucha gente me dice que si fuera en Mallorca se apuntarían». «Mis participantes de abril vuelan a Palma y después cogen un ferry, pero no todo el mundo está dispuesto a hacerlo». Entiende que, por su perfil activo y amante de elementos no vinculados directamente al verano , sería propicio para desestacionalizar, pero sin vuelos, afirma, esto se complica, porque además son muy previsores.
El apunte
Una semana llena de actividades y de aprendizaje del castellano
La semana de experiencias que ofrece Isabel Grasa se basa en el aprendizaje del idioma, del español, aunque con guiños al catalán. Trabaja con visitantes, generalmente, de más de cuarenta años, amante de la actividad física(suelen alquilar bicicletas) y «con ganas de aprender». Se alojan en viviendas vacacionales. Admite que el suyo es un cliente de un perfil muy concreto, «otro más familiar es probable que prefiera visitar la Isla en julio o agosto». Elaborar queso o formatjades con sus propias manos son algunas de las actividades que se les ofrecen, puesto que existe la demanda de «descubrir las tradiciones menorquinas». En 2022 y 2023 realizó una experiencia por año. En 2024 ya tiene tres.