El centro de menores del Consell, comúnmente conocido como Casa de la Infancia, se halla en uno de los niveles más altos de ocupación que ha tenido nunca, muy por encima de la capacidad aconsejable en función del espacio disponible en sus instalaciones pese a que aún debe recibir, muy probablemente, a alguno de los menores migrantes de Canarias, Ceuta y Melilla que le correspondan en el reparto nacional.
En la actualidad son 25, entre niños, niñas y adolescentes de diferentes edades, los que se encuentran puntualmente residiendo en el edificio de la Avinguda Josep Anselm Clavé, de Maó, cuando la cifra contemplada para la residencia es de 18, es decir, que la supera con holgura.
Circunstancias sobrevenidas en las últimas semanas han saturado el centro a la vista de su ocupación actual, lo que acelera la búsqueda de soluciones a corto plazo para ajustarse a la capacidad real de la Casa de la Infancia, cuya media anual se sitúa normalmente entre 10 y 15 residentes para un personal formado por unos 20 profesionales, entre educadores, auxiliares, técnicos y otros empleados del denominado Centro de Atención a la Infancia y la Familia (CAIF).
El traslado de parte de ellos a la casa de la calle s'Arraval, cedida por el Ayuntamiento de Maó, con una capacidad que no ha sido precisada, gracias a la donación en herencia de su propietaria, debe ser una de estas alternativas indispensables para liberar plazas en el centro de menores, lo mismo que la consecución de familias de acogida de su entorno que se hagan cargo de algunos de los menores tutelados por el Consell.
El departamento de Bienestar Social que dirige Carmen Reynés trata siempre que los más pequeños pasen el menos tiempo posible en el centro de menores, por lo que facilita la acogida a familias interesadas que reúnan las condiciones apropiadas.
16 migrantes menores a Balears
Pese a la situación actual, la institución insular, como responsable de este servicio deberá asumir, igualmente, la tutela de alguno de los menores migrantes que le correspondan por el pacto de Estado obligatorio en el reparto de los centenares que llegan al archipiélago canario, Ceuta y Melilla, aunque Balears también sea una vía constante de entrada de migrantes en patera. Ya en noviembre le correspondieron dos, de 15 y 17 años, que en este caso habían llegado a Mallorca. Ambos continúan en el centro menorquín.
El Gobierno trasladó este miércoles a las comunidades autónomas un nuevo reparto de 300 menores no acompañados procedentes de Canarias y otros 100 de Ceuta y Melilla para aliviar la presión de estos dos territorios. De estos, en principio 16 se desplazarán a Balears, por lo que a Menorca podría corresponderle alguno de ellos.
Esta propuesta de reparto debe ser aprobada por la Conferencia Sectorial prevista para la primera quincena del mes de mayo. Balears no ha acogido a ningún extranjero de Canarias desde el inicio de esta legislatura. En la Comunidad Autónoma son los consells los que tienen la última palabra.
El apunte
La casa de s’Arraval acogerá a los más pequeños del centro de menores
El Consell prevé que la próxima semana o la siguiente pueda efectuar el traslado del grupo de residentes de la Casa de la Infancia de menor edad a la casa que le ha cedido el Ayuntamiento de Maó, en la calle S’Arraval.
El Consell ya adquirió mobiliario y realizó tareas de mantenimiento cuando este inmueble se destinó a refugiados ucranianos por lo que una vez obtenga el visto bueno de Riesgos Laborales y esté firmado el convenio podrá hacer el traslado, puesto que no son necesarias otras intervenciones importantes.
El personal lo formarán las mismas 10 personas que han trabajado en el piso transitorio que utiliza el Consell en Maó para los menores que ya salen del centro. Está previsto que este inmueble deje de utilizarse y sea devuelto al Fons Menorquí de Cooperació, que es el organismo que lo tiene cedido a la institución insular.