El sector del alquiler de coches sin conductor se prepara para una temporada que prevén similar a la de 2023 y que, de hecho, ya ha comenzado a arrancar, con la apertura de hoteles, la Semana Santa temprana y la llegada de los turistas sénior. En cuanto a los clientes, de momento los que más tiran de las reservas son franceses y británicos, explica el vicepresidente de la Asociación Empresarial de Alquiler sin Conductor de PIME-Menorca, Luis Gual. También nota ese empuje del mercado galo una empresa tradicional del sector, Autos Valls, adscrita a la Asociación Empresarial de Vehículos con y sin Conductor de Balears (Aevab). Esto se debe a la mejora de la conectividad aérea, «pasamos de cero a cien, porque el invierno ha sido triste, sin vuelos», lamenta el gerente de la firma Gaspar Valls.
Las compañías consultadas no prevén aumentos significativos de las flotas, solo la renovación habitual de unidades de cara a una nueva temporada turística. Las empresas de alquiler de coches de PIME, unas cuarenta asociadas, operan en su conjunto con una flota que roza los cuatro mil automóviles. Todas las empresas han hecho alguna nueva adquisición, «seguimos con el coche compacto y de gasolina», explica Gual, son utilitarios como los Seat Ibiza, Opel Corsa y Fiat Panda, los que salen mejor de precio para el cliente. Las compañías también disponen de coches eléctricos pero son modelos minoritarios, «todavía son muy caros y no hay enchufes suficientes para la recarga», apunta el responsable de Pime. En cuanto a coches ecológicos, las empresas de alquiler apuestan por los híbridos.
Así lo corroboran desde Autos Valls, «no hay suficientes puntos de recarga en las urbanizaciones turísticas o te encuentras con que hay enchufes que no funcionan, el cliente en general no nos pide el eléctrico, hay más híbrido», asegura su gerente.