En el pleno que se celebrará este martes, Alaior aprobará la licitación de las obras de construcción de una red de saneamiento en las urbanizaciones de Son Vitamina y Cales Coves.
Este proyecto, que lleva pendiente desde el año 2018 —Misericordia Sugrañes todavía era la alcaldesa—, ve por fin la luz al final del túnel. Financiado en gran parte con fondos económicos europeos, los trabajos del alcantarillado están presupuestados en 1.900.949 euros, el doble de lo previsto en marzo de 2022: 760.000 euros.
El paso del tiempo ha acabado disparando el precio de los materiales necesarios para hacer realidad este gran proyecto. «Canalizaremos y uniremos todo el alcantarillado de Son Vitamina y Cales Coves para después conectarlos con la depuradora de Cala en Porter», detalla el regidor de Urbanismo, Lorenzo Mascaró.
Este sistema de saneamiento era un requisito indispensable para que el Ayuntamiento de Alaior pudiese dar licencia a la construcción de nuevas viviendas en ambas urbanizaciones, una máxima que se aplica también en el resto de municipios. De esta forma, el concejal del Partido Popular estima que se podría dar salida a 25 licencias que se encuentran paralizadas hasta ahora.
Una vez abierto el concurso para las empresas, desde el Consistorio apuntan que las obras del alcantarillado podrían empezar en el plazo de un mes y medio.
Apoyo de la oposición
El portavoz del PSOE en Alaior, Toni Mir, anunció que su grupo votará a favor de la licitación de la red de saneamiento en la próxima sesión plenaria. «Se trata de una petición histórica de los vecinos de Son Vitamina y Cales Coves», asegura el regidor socialista.
De forma paralela, Mir ve este proyecto con buenos ojos de cara, también, a una mejora en el cuidado y protección del medio ambiente.
El apunte
Los vecinos deberán aportar ‘contribuciones especiales’ para acabar de sufragar el proyecto
Una parte de los casi 2 millones de euros que se destinarán a las obras del nuevo alcantarillado de Calescoves y Son Vitamina deberán salir de los bolsillos de los cerca de 115 residentes de ambas urbanizaciones.
Por el momento, el concejal de Urbanismo, Lorenzo Mascaró, ha desestimado revelar las cifras exactas del importe que deberán abonar. Esta cuestión será tratada durante la celebración del pleno y el regidor prefiere guardar silencio, antes de que los vecinos, con los que tiene pendiente reunirse, reciban la comunicación por su parte.
Cabe recordar que otros municipios también recurren a las contribuciones especiales para financiar según qué proyectos. En el caso de Sant Lluís, los propietarios de la urbanizacón de Binissafúller Roters se negaban a pagar las contribuciones especiales de las obras de reforma de la zona, alegando que el Ayuntamiento pretendía imputarles «el 90 por ciento del presupuesto», el cual se elevaba a 4,75 millones de euros.
En el caso de algunos propietarios de la zona, las cuotas ascendían hasta los 240.000 euros.