La última actualización del registro oficial de plazas de alojamiento muestra el primer descenso en la oferta reglada de camas de la serie histórica, que se remonta a más de una década. La moratoria en la concesión de nuevas licencias, que rige desde febrero del año 2022, ha frenado en seco el crecimiento de la capacidad turística e incluso ha hecho descender ligeramente el número de plazas a disposición de los turistas, justo a las puertas de una temporada en la que, atendiendo a la programación de las compañías aéreas y marítimas, se espera un importante repunte en el número de visitantes.
La estadística de establecimientos turísticos reglados que elabora el departamento de Ordenación Turística del Consell sitúa el número oficial de plazas en 84.058, veinte menos que hace un año, cuando se alcanzó el récord histórico. El descenso es mínimo, del 0,02 por ciento, pero marca un cambio de tendencia muy significativo en pleno debate sobre la conveniencia de poner freno al crecimiento turístico. Hay que tener en cuenta que, si se atiende a la evolución de este recuento, se puede observar el gran ritmo al que venía creciendo la oferta de alojamiento. Sirva de ejemplo un dato. Hace diez años, en 2014, la capacidad turística oficial era de 67.300 plazas. Desde entonces ha crecido un 25 por ciento.
Detrás de ese gran incremento del número de camas turísticas en la última década está el fenómeno del alquiler turístico, que por primera vez se estanca con un balance de treinta y cinco viviendas menos que el año pasado. Obviamente, el registro oficial no contabiliza la abundante oferta ilegal de plazas en viviendas que no cuentan con autorización. Hay en estos momentos en la Isla 5.724 casas con licencia que suman 30.400 plazas, el 36 por ciento del total. Hace diez años eran solo 17.531 y representaban el 26 por ciento de la capacidad de alojamiento de la Isla.
Las únicas tipologías de establecimiento turístico que han continuado poniendo más plazas en el mercado a lo largo del último año han sido los llamados turismos de interior, los hoteles ‘boutique' que abren principalmente en los cascos urbanos de Maó y Ciutadella, y los agroturismos. De los primeros se han dado de alta once más y de los segundos, cinco. Entre ambos suman a la oferta menorquina otras 251 plazas.
Hay que tener en cuenta que la moratoria de licencias no afectó a aquellos proyectos que ya se encontraban en tramitación cuando se decretó. Ese aumento, no obstante, queda neutralizado por el descenso de la oferta de complejos de apartamentos, con seis establecimientos menos que restan unas 630 plazas. También se contabiliza un hotel menos y se observa una consolidación de la tendencia del sector a ir mejorando la calidad de su oferta, con un aumento de plazas en establecimientos de cuatro estrellas y cuatro estrellas superior, y un descenso en los de tres estrellas.
Las claves
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El registro oficial a las puertas de la temporada: 84.058 plazas turísticas
El registro oficial de establecimientos turísticos del Consell sitúa el número de plazas regladas a disposición de los visitantes en 84.058, 20 menos que hace un año. Es la primera vez que se registra un descenso de la capacidad alojativa. En la última década había crecido un 25 por ciento.
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Aumentos de categoría en el sector hotelero, una tendencia que se consolida
Con cada nuevo recuento de establecimientos y plazas se va consolidando una tendencia, la del sector hotelero por mejorar la calidad de su oferta. Van cerrando complejos de apartamentos y se reduce el número de hoteles de tres estrellas, mientras crece el de cuatro estrellas y cuatro estrellas superior
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El ‘boom’ que no para: ya hay 38 agroturismos y 66 hoteles ‘boutique’
Lo que no se frena por el momento es la entrada en el mercado de agroturismos y establecimientos de turismo interior, más conocidos como hoteles ‘boutique’. De la primera tipología de alojamiento ya hay 38, cinco más que hace un año. De la segunda existen 66, once más que en el anterior recuento.