La oferta menorquina de locales de restauración da síntomas de haber tocado techo. Después de una década de constantes y significativos crecimientos interanuales, el último registro del Consell –actualizado el pasado mes de marzo– muestra por primera vez una disminución en la serie histórica que se remonta al año 2014. Ya el año pasado el impulso del sector se había prácticamente estancando, con un incremento mínimo, del 0,66 por ciento –apenas nueve más que un año antes–, una tendencia que en 2024 se confirma.
La temporada arranca con un total de 1.351 negocios registrados en cualquiera de las tipologías oficiales (restaurantes, bares, cafeterías, bares-cafetería, bares de copas y cafés-concierto). El balance de locales que cierran y abren arroja un resultado de tres locales menos que hace un año. Es la primera vez que esa cifra desciende y esa bajada se produce después de años de constante crecimiento. Solo tras la pandemia se había incorporado a la oferta de restauración 71 locales.
En el detalle de la evolución interanual por tipologías se pueden observar diferencias llamativas. En el caso de los restaurantes el recuento muestra un descenso de cuatro negocios (hay 557 en toda la Isla). Lo mismo ocurre con los bares, con seis menos que en 2023. También desciende el número de cafeterías (una menos). En el otro lado de la balanza se sitúa la tipología de bar-cafetería, con ocho negocios más que hace un año, lo que supone en términos de aforo la incorporación de 331 plazas.
Plazas
Ese aumento de establecimientos y plazas del tipo bar-cafetería hace que este año se haya registrado un ligero repunte de 188 plazas, un 0,22 por ciento, en el conjunto de la oferta menorquina de restauración. En estos momentos, la suma de las mencionadas tipologías de locales es de 84.266 plazas, superando las que se ofrecen en el sector del alojamiento. Ciutadella concentra casi el 40 por ciento del aforo en locales del sector, seguida de Maó, donde se encuentra el 23,1 por ciento de la oferta.