No son las mismas reglas del juego, los mismos jugadores, ni el mismo público, pero ¿qué pasaría si haciendo un ejercicio de política ficción tomamos los resultados de las elecciones europeas cómo una enorme encuesta sobre las intenciones del electorado para unos comicios locales? La primera conclusión es que los resultados del 9-J permitirían a Partido Popular y Vox mantener por los pelos la mayoría en el Consell insular, aunque el hipotético bloque de la derecha perdería poder municipal. No en vano, los partidos de izquierda podrían sumar en cuatro de los ocho ayuntamientos de la Isla. Hace un año, tras las elecciones del 28-M, la izquierda solamente logró conservar el poder en Maó y Es Mercadal, aunque en este último caso en extraña coalición con el PP.
Repartiendo los votos del domingo entre los trece escaños que configuran la representatividad en el Consell, el método D'Hondt propiciaría una mayor concentración de poder en los dos grandes partidos, PSOE y PP. Los populares, el partido más votado, conservaría los seis consellers que tiene en la actualidad, seguido por el PSOE, que obtendría cinco escaños (uno más que el 28-M). Vox y Ara Repúbliques (el paraguas bajo el que ha concurrido Més per Menorca) se repartirían los dos puestos restantes en el pleno insular. Sumar se quedaría fuera de la institución por un escaso margen de votos, en concreto 27, que estarían en lucha con el PP. El liderazgo del Consell seguiría estando en un puñado de votos.
En el ámbito municipal las votaciones de las elecciones europeas dejarían una de cal y una de arena para los dos bloques. Es cierto que una eventual coalición entre PP y Vox permitiría a la derecha gobernar en los dos grandes núcleos de población, Maó y Ciutadella, pero también lo es que el PP perdería poder municipal visto que los partidos de izquierda sumarían en pueblos hoy gobernados por los populares como Es Castell, Sant Lluís y Ferreries. Por partes. En el caso de Maó, PP y Vox podrían quitarle al PSOE la vara de mando. Entre los nueve escaños de los populares (uno más que en el 28-M) y los dos de la formación de Abascal, que doblaría su representación, el bloque de derechas podría lograr la mayoría absoluta. Ara Repúbliques y Sumar lograrían entrar en el Consistorio con un representante cada uno, insuficientes para aupar al gobierno municipal al PSOE, que mantendría los ocho escaños actuales.
En Ciutadella la situación daría un vuelco aritmético importante. El PP reforzaría su posición de liderazgo con 10 escaños, uno más que ahora, y Vox mantendría su representante. La suma de ambos ya daría para formar un gobierno en mayoría. La izquierda, que en las pasadas elecciones locales malogró una posible mayoría en las infructuosas negociaciones, se quedaría esta vez sin esa opción a pesar de la gran subida del PSOE, que pasaría de cinco a ocho escaños. Ara Repúbliques obtendría dos escaños y no habría cabida para más partidos del ala izquierda. En el resto de pueblos, el PP conservaría el gobierno que ya tiene en Alaior y Es Migjorn, de tal forma que el poder municipal quedaría más repartido, al menos sobre el papel, con cuatro gobiernos de derechas y cuatro de izquierdas.