A principios de la década de 1990 del siglo pasado se emprendió el proyecto de urbanizar los terrenos de Sa Sínia des Muret, situados entre la plaza de Abu Umar y el Camí Verd, a la salida de la ciudad de Maó en dirección a Es Castell.
En julio se cumplirán 34 años desde que el Ayuntamiento de Maó aprobó de forma definitiva el estudio de detalle (ED3) de Sa Sínia des Muret, una superficie de 3.862 metros cuadrados en la que hoy día se ha construido en algunas de las parcelas superiores y donde sigue existiendo la gran zanja que era la cimentación de un complejo residencial y comercial que nunca vio la luz. Allí se realizó una gran excavación (como muestra la imagen histórica recuperada del archivo de «Es Diari»), de varios metros de altura, donde ahora la vegetación camufla el incipiente encofrado de las viviendas que nunca llegaron a construirse.
Diez años después de aprobarse el estudio de detalle y del movimiento de tierras, cuando todavía muchos de los bloques de pisos actuales frente a Sa Sínia des Muret no existían, se proyectó un complejo residencial y comercial denominado Stella Maris, para el que se estimaba una inversión de 683 millones de las antiguas pesetas, unos cuatro millones de euros actualmente. Aquello no prosperó.
Los terrenos de sa Sínia des Muret se han visto sacudidos por distintas crisis económicas: el pinchazo del boom inmobiliario de 1985 a 1993 y el estallido de la gran burbuja que fue de 1998 a 2007, esta última derivando en una profunda recesión. Como resultado numerosos desarrollos se quedaron parados, y el de esta zona de Maó fue uno de ellos, sin que hasta ahora haya logrado despegar.
El último paso administrativo para urbanizar la zona se dio en abril de 2022, cuando la junta de gobierno local aprobó de manera definitiva los estatutos de la junta de compensación de Sa Sínia des Muret, que promovieron las sociedades Altamira Santander Real State, S.A. y Estudi d'Arquitectura Vigma SL, según un proyecto presentado en 2018. Altamira, la inmobiliaria del Santander, tiene actualmente suelo a la venta en la zona, así como Aliseda, que comercializa activos de la Sareb o ‘banco malo'.
El apunte
Un accidente de tráfico en 2016 puso el foco en la seguridad
Las medidas de seguridad en la parcela excavada justo al lado de una carretera muy transitada, la que va a Es Castell, se reforzaron tras el aparatoso accidente que terminó con un vehículo precipitado en el interior del terreno, cayendo de una altura de entre cuatro o cinco metros. Justo sobre esta parcela existe en la actualidad un estrecho carril bici y paso de viandantes. El accidente ocurrió en 2016, ya habían pasado más de 20 años desde que las excavadoras habían entrado en Sa Sínia.