Desde las patronales del sector de la construcción se muestran comprensivos con las molestias que ocasionan las obras en los meses estivales, aunque aseguran que en general se cumplen las ordenanzas municipales.
«Las empresas deberían tener su trabajo planificado para no tener que hacer las tareas más pesadas en los meses de verano, porque nosotros somos los primeros en defender que en determinados meses del verano no se tiene que hacer ruido», asegura José Olives, presidente de la Asociación de Empresas de la Construcción y Promotores de Menorca.
Cambios en los horarios
Además, desde el sector piden cambios en las ordenanzas municipales de los ayuntamientos de la Isla, puesto que tal y como están redactadas no les permiten aplicar medidas de conciliación laboral, una demanda que ya han trasladado al Consell.
«Todas las ordenanzas de Menorca, excepto la de Es Castell, nos obligan a parar de la una a las tres de la tarde durante todo el año, lo que hace imposible que las empresas de la Isla puedan hacer una jornada continua, y compatibilizar el trabajo con la vida familiar y personal, algo cada vez más importante», señala Sandra Verger, directora general de la Asociación de Constructores de Balears.
Verger tampoco entiende las limitaciones de mayo a octubre, puesto que con un mayor horario durante estos meses se podrían limitar todavía más los trabajos en julio y agosto. También piden poder empezar antes por la mañana, especialmente para evitar las olas de calor en verano.