Se cumple una semana del paso de la DANA por Menorca y sus consecuencias son todavía muy visibles. La playa de Cala en Porter sigue cerrada este jueves, salvo la rampa que permite la salida de kayaks y embarcaciones, después de que la fuerza del agua se llevara por delante gran parte de la arena.
La salida artificial del torrente, conocida popularmente como la mina, no ha dado abasto para canalizar el gran caudal de agua que llegaba desde el interior de la Isla en busca de una salida al mar. Como resultado, ha vuelto a formarse la gola que, históricamente, existía en la playa antes de que fuera urbanizada.
La naturaleza ha vuelto a reclamar su espacio, según recuerda el naturalista Pere Fraga en un hilo de la red social X que se ha viralizado en las últimas horas. «Dicen que la naturaleza siempre reclama sus títulos de propiedad», expone, «lo que ha pasado en Cala en Porter con la última riada es un buen ejemplo»
[Lea aquí el hilo de X completo]
En la playa de Cala en Porter desemboca de forma natural un torrente, cuyo excedente de agua salía al mar mediante una gola. Las antiguas imágenes aéreas, tomadas en 1956 antes de la urbanización de la cala, muestran cómo el agua se acumulaba en una situación muy parecida a la que se ha generado ahora, en 2024, tras el paso de la DANA.
La salida artificial, insuficiente
A la derecha de la playa existía una canal artificial, conocido como la mina, que aseguraba el drenaje permanente del humedal. Cuando se anuló la salida natural esta fue ampliada, sin embargo el agua sigue buscando su salida natural desde entonces cuando llueve con intensidad.
«La mina no es lo bastante amplia ni se ajusta al recorrido natural del agua que baja por barrranco», expone Pere Fraga, «si se hubiera conservado la salida natural, aquneue estuviera seca y solo marcada en la arena, el estropicio causado por el agua no sería ni la mitad de lo que ha sucedido esta vez».
La pregunta que se hace para finalizar su reflexión es hasta cuándo durará la reparación que se haga ahora en la playa para volver a unir las dos partes del arena. «Yendo contra la naturaleza siempre pierdes», concluye.