Enésimo capítulo discrepante relacionado con los controvertidos radares del Ayuntamiento de Es Migjorn Gran, tanto en el pueblo como en la urbanización de Sant Tomàs. Un hombre menorquín, residente en Ferreries, ha presentado recurso ante el Consistorio por la confusa elaboración del documento sancionador que ha recibido en el que se le comunica la infracción supuestamente cometida el 26 de mayo en Sant Tomàs.
La dirección que aparece en la notificación no se corresponde con la imagen captada por el radar que motivó la multa por un importe de 300 euros.
El documento señala que superó la velocidad permitida en la Ur. Sant Tomàs, número 7, pero la imagen adjuntada de la captura de su furgoneta en la misma notificación corresponde al momento en el que el vehículo atravesaba la Avinguda de la Mar, de Es Migjorn.
Fue, por tanto, el radar fijo que hasta el 6 de junio estaba ubicado en ese punto de la salida del pueblo el que registró el presunto exceso de velocidad, por encima del límite permitido, de 40 kilómetros por hora, cuando el de la Sant Tomàs es de 30 kilómetros por hora.
El hombre tiene la firme sospecha de que en su caso, y probablemente en muchos otros, «han cambiado la dirección en la notificación para asegurar el cobro porque la Dirección General de Tràfico les comunicó que la competencia de esa vía era suya», y por tanto, también la recaudación de las sanciones.
El Ayuntamiento decidió retirar ese radar fijo en junio y trasladarlo a Sant Tomàs alegando quejas de los empresarios por el exceso de sanciones que recogía el radar móvil de la urbanización.
Miren ustedes, con lo que dice el periódico, no es suficiente para saber a que se está refiriendo con la dirección que dan. En una denuncia aparecen tres direcciones, la del lugar que tramita el expediente (ya que suelen ser directamente remitidas las fotos a un centro y es quien se encarga de la tramitación). En segundo lugar, en los datos del hecho infractor, debería aparecer la dirección donde se cometió el hecho. Y en tercer lugar, aparece el domicuilio de la persona a la que le remiten la notificación, que no tiene porque ser el mismo que el del presunto infractor. Entonces, lo que suelen hacer otros medios de comunicación, es hacerse un una copia de la notificación, pixlear o borra los datos personales, y emitir una foto conjuntamente con la noticia, subrayando en color derelleno, con circulos o flechas los errores, así los lectores entendemos cuales son los fallos.