Para Sebastià Triay no hay vuelta atrás y está decidido a pedir responsabilidades por lo que considera un perjuicio a sus intereses. Lo hará con una querella, una demanda y un contencioso-administrativo, porque «me veo obligado».
El empresario se querellará «contra los servicios técnicos municipales» del departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de Ciutadella. «Por negligencia, dejadez de funciones y presunta prevaricación», al considerar que han creado un perjuicio con relación a su proyecto de hotel urbano, en la calle Madrid, de Ciutadella.
«Cumple con toda la normativa», pero a pesar de eso, lleva desde 2021 esperando la licencia de obras. Y no solo eso, «llevo 12.800 euros pagados en 10 años, por un aval bancario que tuve que hacer si no se construía el hotel», de ahí que vaya a reclamar por «no haber podido empezar aún las obras».
Lucro cesante
Relacionado con el mismo proyecto, «demandaré al Ayuntamiento por perjuicio patrimonial». Y se explica. «En 2014, construir el hotel me costaba 7 millones de euros y hoy ya sube a 14 millones». A eso, le añade el «lucro cesante», todo lo que ha perdido por «los ocho años sin tener el hotel en marcha», desde 2016, cuando estaba previsto que estuviera construido.
El tercer pleito está relacionado con otro proyecto, el de sus hoteles Sagitario Gran y Sagitario Petit, en Santandria. En este caso, es un contencioso-administrativo interpuesto hace un año contra el Ayuntamiento «por incompetencia de un técnico concreto». Eso es, porque «me cobraron 130.000 euros de más, por un modificado en el proyecto» que el empresario pretende recuperar, «más los intereses y los costes procesales».
A este señor le diría que si quiere ampliar su patrimonio se vaya a Cabo Verde, que allí hay mucho por hacer y esta en auge, mientras aquí sobran hoteles urbanos, y lo que hay que hacer es decrecer porque sobran turistas y coches, no tenemos las infraestructuras necesarias, ni suministros, ni servicios, de lo contrario dentro de 5 años Ibiza2. Y esto aquí no lo queremos.