La pequeña localidad costera de Fornells ve estos días cómo crece un edificio de veintidós chalés que en algunas inmobiliarias se comercializan como casas de tres alturas más sótano y en otras como un complejo residencial de cuatro plantas, aunque la normativa urbanística vigente solo permite construir planta baja más primera y un altillo menor a toda la superficie edificable. El Ayuntamiento ha ordenado ya una inspección in situ de estas obras.
El alcalde de Es Mercadal, Joan Palliser, confirmó ayer que han recibido la solicitud de un vecino para que se comprueben las alturas y que el Consistorio enviará a un técnico para ver si el proyecto se ajusta a los parámetros de la licencia municipal y cumple las Normas Subsidiarias.
De entrada, la hilera uniforme de chalés adosados no comienza a cinco metros de la calle, como otros edificios, sino que se ha hecho un retranqueo de unos 15 metros, se ha construido más adentro en la parcela y se ha ganado altura con la pendiente, detalles que el propio alcalde ha explicado y que se van a analizar.
El malestar entre los vecinos de Fornells por el impacto que genera este bloque está en todas las conversaciones y el alcalde, que hereda dicho desarrollo urbanístico de mandatos anteriores, lo sabe. «Hasta ahora ha habido quejas por las molestias de las obras fuera de horario», lo que se comunicó a la constructora, «y hay comentarios de calle por el edificio, pero petición formal de inspección solo hay una y la vamos a hacer», señaló Palliser en declaraciones a «Es Diari».
Los 22 chalés que están en construcción y que tienen vistas al mar son solo un entrante de lo que tiene previsto la promotora de capital catalán e italiano Fornells Bay en la zona de desarrollo conocida como For-2.
67 apartamentos, la II fase
Enfrente de los chalés adosados –en un principio eran 23 pero dos parcelas se unieron para crear una gran casa–, está previsto un edificio de 67 viviendas, apartamentos también de lujo y dirigidos a clientes con un alto poder adquisitivo, ya que el más barato cuesta 290.000 euros.
Este segundo proyecto aún no ha tenido entrada en el Ayuntamiento de Es Mercadal para obtener la licencia, aseguró el alcalde, quien no oculta su preocupación por un crecimiento en la zona norte que se diseñó por anteriores gobiernos municipales. «Está claro que cambia la fisonomía del pueblo, y la densidad puede ser importante», manifiesta, «hace años, cuando se planteó el desarrollo de esta zona, no se pensó en la saturación y la turismofobia que puede generar». Palliser menciona además los problemas de más consumo de recursos como agua o de generación de residuos, así como de movilidad, con más tráfico y estacionamiento de vehículos. Pero el proyecto, si cumple las normas urbanísticas, no tendrá marcha atrás, «el Ayuntamiento no puede denegar una licencia, los inversores tienen derechos adquiridos, habría que recalificar los terrenos y pagar indemnizaciones», recuerda el alcalde.
El diseño de la expansión del casco urbano de Fornells mediante el plan For-2 viene de veinte años atrás, en 2005. «Es cierto que nos ha permitido tener más parkings y también una parcela para vivienda social, entonces se vio como algo beneficioso, pero ahora está transformando el paisaje», señala el alcalde, quien recuerda que la licencia se concedió antes de acceder él al cargo.
La junta de gobierno del Ayuntamiento de Es Mercadal aprobó en enero de 2012 el estudio de detalle de esta zona, que contempla la creación de 184 viviendas en la zona. En ese momento, con el socialista Francesc Ametller como alcalde, el objetivo que se trazó el Consistorio era conseguir que Fornells dejara de ser un núcleo de veraneo y se convirtiera en lugar de residencia todo el año, acabando así con la estacionalidad.
Sin embargo, el proyecto que entró en el Ayuntamiento en 2022 y que obtuvo licencia en 2023 está dirigido a un mercado de clientes exclusivos y de fuera, para «disfrutar la magia de Menorca».
El apunte
Moratoria de piscinas, una opción para frenar el derroche de agua
El Ayuntamiento trabaja en la elaboración de un plan de gestión sostenible del agua. Dicho plan podría contemplar una moratoria de piscinas para frenar el derroche de agua, pero «es complicado, se tiene que hacer sobre la base de datos», afirma Palliser, preguntado sobre las piscinas proyectadas en esta promoción de viviendas. Los chalés que se construyen contarán con zonas comunes con jardín y piscina, pero además cada uno de ellos tiene una gran terraza privada con piscina tipo spa y, según la publicidad, vistas al mar, en la planta considerada altillo.