Joan Rosselló, jefe del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios, ha salido al paso para desmentir la afirmación del conseller de Cooperación, Simón Gornés, sobre el cierre parcial del parque de bomberos de Maó el miércoles por la tarde debido a la falta de efectivos suficientes.
Gornés aseguró el jueves, tajante, que ese cierre parcial esgrimido por los bomberos que realizaron una concentración de protesta en la plaza de la Biosfera, «es una mentira». El político reveló que el responsable del parque de Maó le había comunicado que el servicio había estado cubierto con plena normalidad, sin que se produjeran bajas.
Sin embargo Rosselló, que este mismo sábado finaliza su contrato con el Consell y por tanto se desvincula de la institución insular, precisó que él mismo notificó por escrito y por teléfono al conseller la incidencia como responsable del servicio para que tuviera conocimiento de lo sucedido y asegurar que era consciente del riesgo en el caso de que hubiera ocurrido algún suceso de transcendencia y no se hubiera podido intervenir debidamente. Habría sido necesario movilizar al sargento de Maó para cubrir el dispositivo mínimo o desplazar a los bomberos de Ciutadella.
Explicó Rosselló que un bombero de Maó tuvo que ir a Ciutadella por necesidades organizativas, con lo que el parque de Maó se quedó con solo cuatro profesionales, cifra que no alcanza la mínima exigida para intervenciones graves.
Esta situación, advierte el profesional, puede repetirse por la marcha de otros dos profesionales que también concluyen este sábado. «Han de saber que estamos actuando con vidas humanas», recuerda Rosselló, para subrayar que los turnos deben estar cubiertos por seis profesionales, excepcionalmente con cinco, como marca el plan estratégico.