El efecto cuello de botella de las conexiones aéreas de invierno con la Península es la historia interminable. La alta demanda para volar en el primer gran festivo del invierno, el puente de la Concepción, ha vuelto a evidenciar la escasez de la oferta de la Obligación de Servicio Público (OSP) con Madrid y las consecuencias perniciosas que el libre mercado tiene en la ruta con Barcelona. Los aviones van llenos en las frecuencias clave para poder aprovechar el fin de semana largo y los asientos que quedan libres se venden a precios prohibitivos.
El refuerzo acordado en las condiciones del nuevo contrato de OSP en la ruta con Madrid para el puente de diciembre se está mostrando insuficiente. Iberia ha ordenado tres frecuencias diarias en la mayoría de los días del periodo. Dos vuelos los operará Air Nostrum con su CRJ-1000 de cien plazas y el tercero adicional lo operará Iberia Express con su Airbus A320 de 180. Pero la realidad es que ya resulta imposible conseguir un plan de viaje que incluya regresar de la capital ni el domingo por la tarde ni el lunes por la mañana, lo que impide sacarle provecho a la ruta pública para las escapadas, que cada vez tienden a programarse con menos antelación.
Iberia Express anunciaba hace dos días el refuerzo de la operativa para el puente de diciembre asegurando que demostraba «el compromiso de la aerolínea con la conectividad y las necesidades de transporte del Archipiélago». Pero hay que tener en cuenta que este refuerzo no ha sido una decisión de última hora ante la creciente demanda, sino que era un compromiso de Iberia con la Dirección General de Aviación Civil y forma parte del aumento de plazas previsto para el periodo de dos años de OSP adjudicado a la UTE formada por Iberia y sus filiales Iberia Express y Air Nostrum.
En el caso de Barcelona, la amplia oferta que Vueling ha programado para la operación del puente de diciembre, con hasta siete vuelos diarios, no está al alcance de los viajeros que no pueden adquirir los billetes con mucha antelación. La alta demanda que está registrando en las frecuencias más solicitadas, este jueves por la tarde, el viernes por la mañana, en el caso de la ida a Barcelona, y el domingo por la tarde para los de vuelta, ha hecho que el precio de los billetes se dispare a niveles disuasivos.
La alta ocupación de la ruta en estas fechas se puede ejemplificar en dos indicadores. El vuelo de las 14.15 horas programado el jueves día 5 ya se ha retirado de la web de la compañía porque está lleno y los viajeros que han conseguido billete para volver el lunes a primera hora están recibiendo ofertas para ser recolocados ante el temor de la compañía a que se produzca overbooking. Los asientos libres para este jueves por la tarde (la búsqueda se realizó el martes) se venden a precios de entre 246 y 280 euros.
Lo mismo ocurre con los vuelos para viajar a Barcelona el viernes por la mañana. Y volver el domingo a partir de las 13.50 horas tiene un coste de entre 172 y 280 euros. El último vuelo disponible sale de El Prat a las 18 horas. Los viajeros que se vean obligados a viajar a Barcelona en esas fechas van a tener que hacer frente a unos costes desorbitados que deberían llamar –una vez más– a la reflexión sobre la conectividad de un territorio insular.
Las claves
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Refuerzo
El refuerzo con un tercer vuelo diario anunciado por Iberia Express en la ruta de OSP entre Menorca y Madrid durante el puente de diciembre ya estaba previsto en el acuerdo alcanzado con el Ministerio de Transportes y se muestra insuficiente para evitar el efecto embudo.
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Imposible
Los vuelos más solicitados se han agotado en la ruta a la capital y en la conexión con Barcelona, la alta demanda ha hecho que los precios de las frecuencias clave para aprovechar el puente se hayan disparado a niveles que disuaden a los viajeros.